Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Exempleados de una empresa de transporte de Vilanova denuncian un presunto "acoso laboral"

Aseguran que no cumplen los descansos y les obligan a trabajar sin tacógrafo -El empresario lo niega: "Yo solo doy trabajo"

El sindicalista Anxo Lúa, en el centro, con los despedidos Víctor José Bravo y Emilio Lago. // FdV

La empresa vilanovesa Transportes Jesús Adolfo Ferro Nogareda, que trabaja para firmas como Larsa o Clesa, entre otras, se ha visto inmersa en un conflicto laboral hecho público ayer por el delegado sindical de la CIG Anxo Luna y por dos trabajadores recientemente despedidos, Emilio Lago y Víctor José Bravo. Asesorados por los servicios jurídicos de la CIG, sopesan denunciar a su exjefe por presunto "acoso laboral y sindical" que, según aseguran, no solo les habría afectado a ellos sino también a otros compañeros. La empresa se dedica al transporte de productos lácteos y, en ocasiones, también de pescado congelado.

En palabras de Anxo Lúa, los empleados de esta compañía, recientemente convertida en S.L., "apenas tienen vacaciones, no perciben dietas, trabajan jornadas de casi 24 horas sin retribución por horas extras e incluso tienen que adelantar de su bolsillo las cuotas para entrar a mercados" a los que llevan productos. El representante de la CIG cree que el empresario puede estar cometiendo "un fraude a la Seguridad Social" y denuncia que los trabajadores "son obligados" a anular el tacógrafo de sus camiones para que no conste que han incumplido las horas de descanso reglamentarias. Añade que "tienen que manipular carretillas elevadoras sin contar con la formación adecuada, carecen de ropa conveniente" para algunas tareas y "solo hay un par de botas de seguridad que tienen que rotar entre todos los empleados", una decena. Según Luna, esta situación ya fue denunciada ante la Inspección de Trabajo que habría sancionado a la empresa con " 4.000 euros".

Los tres comparecientes explicaron ayer que este conflicto estalló cuando los trabajadores decidieron elegir a un representante sindical y aseguran que el jefe "los presiona ahora para que lo revoquen, convocándoles a reuniones en su casa". Vinculan los despidos de Emilio Lago y Víctor José Lago a esta problemática situación..

Por su parte, el empresario, niega cualquier acusación de este tipo contra su persona o su compañía y explica el conflicto de la siguiente manera: "Hay dos personas que se metieron en la CIG y a partir de entonces actúan bajo directrices políticas y de forma agresiva, sin piedad hacia las empresas, que son las que dan trabajo". Añade que en la actualidad tiene en plantilla a unos diez empleados "que están aquí porque quieren, nadie les obliga. Si fuera verdad el maltrato que dicen que les hago no estarían aquí", se defiende. De las dos personas despedidas dice que "no interesaban en la empresa y se les va a pagar lo que les corresponde" e incide en que "yo también sé cuales son mis derechos. Yo solo doy trabajo", concluye Jesús Adolfo Ferro Nogareda.

Compartir el artículo

stats