Con las máquinas trabajando a todo ritmo para convertir en autovía el corredor de O Morrazo, la que será su hermana gemela en el norte, la autovía de O Salnés, sigue esperando por las obras que completen su trazado hasta el itsmo de A Lanzada. Cuando se desdobló la antigua vía rápida, los cuatro carriles solo llegaron hasta Sanxenxo, dejando como carretera convencional de doble sentido los siete kilómetros que separan esta localidad y el término municipal de O Grove.

Pronto se comprobó que la siniestralidad se disparaba en este tramo convencional de carretera frente al resto de la autovía. Además, el tramo sin desdoblar se convertía en un "embudo" para el tráfico sobre todo en los meses de verano con grandes caravanas en los días de mayor afluencia a las playas.

La Xunta rectificó y elaboró un proyecto para desdoblar el vial que supondría una inversión de 36 millones de euros y que se expuso al público en 2012. Poco a poco, iba superando trámites hasta que en septiembre del pasado año el proyecto naufragó al recibir un informe negativo del Servizo de Conservación da Natureza de Medio Ambiente. El problema se detectaba en un riachuelo llamado Rego do Barco, un enclave afectado por las obras y para el que los técnicos propusieron una alternativa que no satisfizo a los responsables de velar por la salud ambiental de este curso fluvial que está protegido por la Red Natura.

Desde entonces, los técnicos de carreteras de la Consellería de Infraestructuras han estado trabajando en distintas soluciones y alternativas que deberán plantear a los departamentos medioambientales de la Xunta para que estos le den el visto bueno y el proyecto pueda continuar adelante. Sin embargo, un año después, desde el departamento que dirige Ethel Vázquez reconocen que todavía no hay una alternativa definida para que la autovía pueda sortear Rego do Barco. "Hay varias alternativas sobre la mesa y se está estudiando con Medio Ambiente cuál es la mejor"; indican fuentes de la Consellería. En cualquier caso, la intención del departamento de Infraestructuras es que la obra no permanezca más tiempo parada y ganar tiempo comenzando la obra incluso sin haber solventado por completo la actual situación de bloqueo ambiental.

Convencidos de que finalmente los técnicos consensuarán con Medio Ambiente una alternativa viable técnica y medioambientalmente, la intención de la Xunta es iniciar la obra por tramos, actuando en aquellos puntos del trazado que no se encuentran afectados por la Red Natura.

Se ganaría así tiempo mientras los ingenieros de la Consellería siguen trabajando "codo con codo" con los técnicos de Medio Ambiente en la búsqueda de la mejor alternativa para que la autovía cruce el pequeño riachuelo de Rego do Barco. De lo que no disponen todavía es de plazos para retomar este proyecto pero aseguran que la intención es retomarlo en cuanto sea posible.

Expropiar

Según se detalló en el momento en el que se expuso al público, el proyecto incluye dotar al actual vial de cuatro carriles en los 6,5 kilómetros de la vía rápida y en otros 500 metros más de la PO-308, hasta conectar con el tramo ya desdoblado hacia O Grove. Se recogían un total de 580 fincas afectadas, casi todas en Sanxenxo, y de las que al menos seis cuentan con algún tipo de edificación. Una de ellas es una vivienda y en las demás se ubican alpendres, un hórreo y un invernadero, entre otras. Son en conjunto, 186.473 metros cuadrados, 2.700 de ellos de suelo urbanizado.

El documento inicial que se expuso al público señala que se ha establecido, "como franja de expropiación se ha tomado una banda de un mínimo de 8 metros a cada lado", mientras que en los ramales se plantea un mínimo de tres metros.

El mismo trazado

El trazado propuesto "reproduce el ya existente en la vía rápida actual" y se diseña como "una nueva calzada paralela a la existente por uno de los dos lados", alternativo según los tramos, en función de la menor afección a propiedades particulares. A lo largo de la futura autovía se mantendrán los enlaces ya existentes en la actualidad: Sanxenxo, Portonovo y Noalla, hasta la intersección con la PO-308 ya en A Lanzada. Se trata de un tramo que tiene una alta densidad circulatoria todo el año pero que en verano se dispara hasta en un 200% y llega a cifras de más de 18.000 vehículos al día.