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La primera "Banda de Música de Vilagarcía"

José Bergés Carrós, alcalde en 1873, fundó la primera formación del municipio con un total de dieciséis músicos

Una actuación de la actual Banda de Música de Vilagarcía. // Iñaki Abella

José Bargés Carrós pertenecía a la saga de los emigrantes de calidad que llegaron de Cataluña, que se asentó en Galicia en el entramado comercial y político del momento.

Como era frecuente en aquellos años del siglo XIX, el gobernador solía entrometerse frecuentemente en la vida municipal, nombrándole concejal en 1873, y poco después alcalde, teniendo como teniente de alcalde a Manuel Mora Spínola y como síndico a Ramón Reigada.

Alcalde extraordinario, inició la desecación y el saneamiento de las marismas de Vilagarcía, para tratar de ganar terreno al mar, inició la construcción de un malecón en la Alameda, terminó la carretera de Chapa a Carril, creó la primera plaza de barrendero municipal, etcétera, y fundó la primera banda de música de Vilagarcia.

Anteriormente se había constituido una agrupación musical de las Milicias Nacionales del municipio, que acabó rápidamente al igual que lo hacía esta milicia según las circunstancias políticas del momento.

Es definitivamente en 1873 - por lo tanto, en plena Primera República Española- cuando el primer teniente de alcalde Mora Spinola, sugiere en un pleno municipal que se creara una Academia de Música para alentar el estudio de la misma, diciendo que eran muchos los mozos del municipio que estaban deseosos de aprender. Para lo ello, se contaba con la colaboración del maestro de música don José Tizón "que se ofrece gratuitamente".

El teniente de alcalde decía, que una vez formada la banda de música, esta no recibiría subvención alguna hasta que no se amortizaran los instrumentos de la misma, y ello se traduciría en un ahorro de unas 250 o 300 pesetas anuales "solamente en las procesiones oficiales", ya que hasta el momento se tenía que contratar a una banda, bien de Rianxo o bien de Padrón, lugares por entonces con fama de buenas bandas.

En vista de estas ventajas económicas el pleno adoptó las siguientes decisiones:

Formar una banda de música, bajo la dirección de José Tizón, que a la vez tocaría el fiscornio, con los siguientes componentes: Joaquín Rubianes con el flautín; Francisco Durán el requinto; Lorenzo Castro y Antonio Diéguez como clarinetes; José Durán, Arturo Silva y Ramón Castro que tocarían los cornetines; Baldomero Piñeiro y Ramón Soto, los trombones; Luis Rodríguez y Jesús Currás con los fiscornios; Luis Picón y Francisco Millán los bombardinos; y por último, Pablo Berdullas y Salvador Durán con las tubas.

Con estos 16 músicos se iniciaban la primera banda de música de Vilagarcía, pero ¿como se pagarían los instrumentos?

En principio sería el Ayuntamiento el quien se hiciera cargo de los mismos, pero, al final serían los propios músicos los que los pagarían, ya que solo cobrarían la mitad de lo ganado en los contratos obtenidos, mientras que la otra mitad pasaría al ayuntamiento a cuenta de los instrumentos.

A la vez y mientras persistiese la deuda, la banda tendría que tocar gratis en las funciones de Semana Santa, Pascua y Corpus.

¿Y al director, como se le pagaría? El Ayuntamiento lo dejaba bien claro: "será la cuarta parte íntegra de utilidad de cada función o acto, y los alumnos le satisfarán por separado, en premio a la enseñanza que les suministrará y suministre, la décima parte de sus haberes, que serán determinados respectivamente por el director, de acuerdo con los merecimientos de cada cual, resolviendo todas las diferencias, una comisión, después de oírles verbalmente".

Cuando se hubieran pagado los instrumentos, los músicos empezarían a recibir por completos sus haberes, pero manteniendo su compromiso de tocar gratis para el Ayuntamiento en determinadas fiestas

Tanto sentimiento y ganas de aprender hubo en los alumnos de la Academia, que a los cinco meses de empezar las clases, Cayetano Pumariño, en nombre de la llamada "comisión filarmónica" que tenía a su cargo la observancia de todos los condicionantes anteriores y de apreciar sus avances, comunica al Ayuntamiento el día 29 de noviembre de 1873, que "los mozos que componen la Academia de Música, dirigida por el Sr. Tizón, se encontraban muy adelantados en el solfeo y en disposición de empezar a estudiar el uso de los instrumentos".

No tuvo el ayuntamiento más remedio que iniciar los trámites para la compra de los instrumentos necesarios en las tiendas del Sr. Urrutia, de Santiago, y del Sr. Berea, de Coruña: un flautín, dos clarinetes, tres cornetines, tres fiscornios, dos trombones, dos tubas y un bombardino. Todo ello suponía un desembolso inicial de 3.054,82 pesetas.

La primera actuación oficial de la banda estaba prevista para la Semana Santa del año 1874, encontrándose entonces con que "la ropa que llevaban los músicos "desentonaba un poco", y el ayuntamiento les tuvo que comprar los uniformes correspondientes, con lo que aumento el costó de la banda en otras 1.054 pesetas.

Entre todos los llamados "mozos" por el ayuntamiento, destacaba uno, el más pequeño de todos, llamado Joaquín Rubianes, que con el paso de los años ingresaría en una banda militar y después fundaría su propia banda en 1889.

Como es habitual, surgen las disensiones, y pronto se nombra a otro director, Víctor González, el cual, a la vez, en marzo de 1880, "es separado del cargo, suspendiéndolo de empleo y sueldo, y encargándose provisionalmente de la dirección de la banda, el ya conocido don José Tizón".

Tras el fallecimiento de Francisco Ravella, llega a la alcaldía Luis Maroñas, el cual señala que hay que hacer un nuevo reglamento de la banda de música, ya que lógicamente, el primitivo se ocupaba primordialmente de la puesta en marcha de la misma, con un ordenamiento económico sobre todo basado en la compra de instrumentos, pero ahora, y ya en marcha la agrupación musical, eran otros los objetivos: se nombra un "concejal delegado para asuntos referidos a la música", que recae en Luis Varela. A la vez, surge un amante de la música que paga los nuevos instrumentos que la banda necesitaba. Se trataba de Manuel Reguera, y con los nuevos instrumentos, se iniciaban lo que en el futuro sería tradicional en el municipio: los conciertos musicales en el Paseo de la Alameda y en los jardines de Ravella.

Un periódico local, el "Paladín", comentaba el 23 de julio de 1887, que la banda tocaría de 9 a 11 de la noche en el Paseo de la Alameda las obras: el pasodoble ¡Viva tu madre!, el vals: la oración de la tarde; la mazurca; Consuelo; una danza, un vals polka y para rematar, otro pasodoble.

El mismo periódico señalaba que la banda estaba ensayando para en las fiestas de San Roque, ya próximas, tocar la obertura "Raymond", del maestro Ambrosio Thomas y el "Paragraph III" del gran Franz von Suppé, popular y mundialmente conocido ya por entonces por su famosa obra "Poeta y aldeano".

Posteriormente se haría cargo de la banda, Felipe Paz, uno de los grandes directores que ha tenido la provincia de Pontevedra, para en 1890 ser sustituido por Joaquín Rubianes, iniciando así una primera etapa de expansión de la banda de música de Vilagarcía.

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