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La modernización del Hospital de O Salnés choca con "tercermundistas" ambulatorios

El personal urge la construcción de nuevos centros de salud en Vilagarcía, A Illa y Vilanova -San Roque es un horno en verano y cuenta tan solo con un viejo ascensor

El viejo ventilador en una de las consultas del ambulatorio de Vilagarcía. // Iñaki Abella

La ampliación del Hospital de O Salnés, a punto de concluir, supone un importante salto cualitativo en las infraestructuras sanitarias de la comarca pero a todas luces insuficiente porque los centros de salud se encuentran en una situación "tercermundista".

De poco sirve, por otra parte, contar con esas magníficas instalaciones si las autoridades suprimen poco a poco servicios o el hospital vilagarciano queda como una simple extensión del de Pontevedra.

Estas son las dos premisas a resolver con urgencia para cubrir como corresponde la demanda sanitaria de un área a la que se obliga a depender de Pontevedra, Vigo o Santiago para especialidades que hasta no hace muchos años se prestaban en O Salnéscuando podía presumir de servicios pioneros como Neurología, Obstetricia y Urgencias.

El personal sanitario confía en un pronto cambio de tendencia de la dirección y fija ahora su máxima preocupación en los deteriorados centros de salud que se caen por un exceso de abandono, básicamente por falta de mantenimiento.

"Solo se interviene cuando hay una avería", explica un delegado de personal que lamenta que en los últimos años no se haya hecho ni el más mínimo gasto en mantenimiento ordinario.

No se puede hablar de paradigma pues tanto el ambulatorio de Vilagarcía como los centros de salud de A Illa, Vilanova o Cambados, por poner algunos ejemplos, se encuentran en estado lamentable, tanto que la única solución en el caso del PAC de San Roque pasa por construir uno nuevo.

Las quejas de los usuarios del centro de salud vilagarciano son constantes pues los pacientes son incapaces de concebir que si falla el ascensor sean los médicos o los enfermeros los que bajen a la zona de Urgencias para atender a los que tienen problemas de movilidad.

San Roque cuenta con solo un ascensor que se instaló a principios de los noventa cuando se realizó la ampliación de este centro sanitario, pero en la actualidad sufre múltiples averías por lo que subir a la segunda planta es misión difícil para algunos pacientes.

En el caso de que el usuario acuda en silla de ruedas la única opción es que baje el personal sanitario pues hasta la puerta trasera cuenta con tres escalones que hacen inviable la entrada al centro.

Mientras tanto, nada se sabe de la convocatoria de la Plataforma pola Sanidade Pública que recientemente invocó el alcalde de Vilagarcía, el socialista Alberto Varela, especialmente interesado en el traslado del ambulatorio al viejo edificio de la Comandancia de Marina en vez de promover un edificio de nueva factura en otros espacios existentes en la localidad y que le han sido propuestos en varias ocasiones.

Pero si en Vilagarcía hay carencias no se puede olvidar la lamentable situación de centros de salud de Vilanova y A Illa, donde las filtraciones y las consecuencias sanitarias que pueden provocar las humedades están a la orden del día.

No hace mucho que se corrigieron las goteras del centro de salud de Vilanova pero aún quedan muchos trabajos por hacer en este viejo inmueble.

En A Illa llevan varios años esperando un centro de salud nuevo pues el actual presenta un estado de absoluta precariedad.

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