María Pilar Millán es una santiaguesa que reside en Ourense. Hace un tiempo leyó que el cementerio cambadés de Santa Mariña Dozo "era muy particular", y ayer temprano cogió el coche en compañía de su pareja y se plantó en Cambados adrede para ver el camposanto.

Vecinos y turistas conviven desde hace tiempo en el cementerio de Santa Mariña. El hecho de que la parte vieja de la necrópolis esté a los pies de las ruinas de una iglesia gótica catalogada como Monumento Nacional atrae a esa zona de Cambados no solo a viajeros particulares, sino también a grupos organizados. También son una parada ineludible en el recorrido del tren turístico. Pero el cementerio en sí también puede es un atractivo, sobre todo en fechas como la de ayer, en que las flores y luces llenan de color todo el complejo.

Juan Ferreiro, un profesor de Santiago, era otro hombre que paseaba en la mañana de ayer entre las tumbas de la zona vieja del cementerio con una cámara de fotos en la mano. Aunque en su caso aprovechó el puente festivo para pasar un par de noches en O Salnés y ver más cosas, reconoce que cuando salió de casa también tenía en mente conocer el camposanto de Santa Mariña engalanado con motivo de la festividad de Todos los Santos. "Es muy bonito, con las sepulturas en tierra tan pegadas las unas a las otras, y todas diferentes. Tiene fama de ser uno de los más bonitos de Galicia".

El cementerio de Santa Mariña Dozo ingresó hace unos años en una ruta europea de "necroturismo", situándose a la altura de otros gallegos de interés histórico o artístico, como el de San Amaro, en A Coruña, los barrocos de las cercanías de Vilalba, el de San Francisco en Ourense, el de Noia, o el de Fisterra, diseñado por César Portela y que consiste en unos cubos de granito asomados al océano.

Ciertas necrópolis pueden por lo tanto atraer turismo y actividad económica. Pilar Millán, de hecho, admite que viajó adrede a Cambados para dar una vuelta por Santa Mariña, y que regresaría a Ourense tras comer y dar un paseo por el centro de la Vila do Albariño. "Ya he visto otros cementerios singulares, como el de San Francisco (Ourense) o el de Père-Lachaise, en París".

En Santa Mariña están enterrados la mujer y de un hijo del escritor Ramón María del Valle Inclán, y también llaman la atención los enterramientos de los curas y los coadjutores de la parroquia en el ábside, tras el altar mayor, y bajo la gran fotografía del Cristo que seguirá presidiendo el conjunto mientras el Arzobispado de Santiago no le conteste al Ayuntamiento qué quiere hacer con la imagen retirada hace ya dos años debido a su mal estado.

Ya por la tarde, cientos de cambadeses se dieron cita bajo los arcos destechados del templo, donde se ofició la tradicional misa de Todos los Santos. Pero en Cambados cuentan con otro cementerio histórico, como es el de Fefiñáns. Éste, mucho más pequeño en superficie, también tiene docenas de sepulturas en tierra, tan pegadas entre sí que apenas queda un pasillo irregular de 20 centímetros entre una y otra para pasar. Están tan juntas que llegar de la puerta del camposanto al fondo por el centro puede llevar varios minutos.

En Fefiñáns están enterrados varios miembros de la familia propietaria del pazo, entre ellos Joaquín Gil Armada, que fue el penúltimo marqués de Figueroa. También se encuentra la tumba donde fue enterrado el poeta Ramón Cabanillas antes de que sus restos fuesen trasladados al Panteón de Galegos Ilustres, en Santiago. En esta tumba, situada al fondo del cementerio, sí figura el epitafio que él mismo había elegido para su sepultura: "Quero na lousa que me dá sosego esta palabra que ten aas: Poeta/ e esta palabra que ten luz: Gallego".

Mercado das Flores

Las floristeras que han participado en el Mercado das Flores de Cambados hacen un balance muy positivo del mismo. Según sus estimaciones, vendieron entre un 20 por ciento y un 30 por ciento más que el año pasado, y a algunas les fue tan bien que incluso tuvieron que recoger todo el lunes por la noche porque se quedaron sin mercancía. También consideran que el salón de Peña es el lugar más adecuado para este mercado, tanto porque los vecinos ya se han acostumbrado a esta ubicación como porque allí el Ayuntamiento les ofrece los servicios de electricidad, limpieza y seguridad.