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Festividad de Todos los Santos en O Salnés · Vilagarcía

Los floridos cementerios lucen con todo su esplendor en una jornada para el recuerdo

-Los vecinos abarrotaron los camposantos para honrar la memoria de sus antepasados -La proliferación de robos lleva a los vilagarcinos a retrasar la colocación de las flores

Una churrería en el cementerio parroquial de Rubiáns. // Iñaki Abella

Recordar a los seres queridos fallecidos, algo que las familias hacen durante todo el año, cobra el 1 de noviembre un significado especial y lleva a los cementerios a cientos de personas para honrar, con las flores como símbolo, la memoria de sus allegados. Vilagarcía no falló a la tradición y los camposantos, tanto los municipales como los parroquiales, fueron un auténtico bullicio, con un constante ir y venir de vecinos que contaron, en esta ocasión, con un tiempo espléndido para que sus panteones y sepulturas luzcan su imagen más colorida y esplendorosa en una jornada que, más allá de su carácter festivo, tuvo en la añoranza el sentimiento más presente y auténtico.

Desde primeras horas de la mañana y durante toda la jornada, los vilagarcianos pusieron rumbo a los cementerios, en algunos casos con auténticas rutas por varios de estos recintos religiosos, portando ramos, centros y otros adornos florales, además de velas que, ya entrada la noche, iluminaban cada una de las sepulturas. Como es habitual y dependiendo mucho del nivel económico de cada familia, los adornos variaron desde los más sencillos y con flores típicas de esta festividad, como los crisantemos o boris, hasta otros mucho más ostentosos a base de rosas y especies poco vistas o nada habituales. El aluvión de visitantes hizo que, en momentos punta, la circulación de vehículos fuese intensa y encontrar aparcamiento no fuera sencillo, si bien debido al puente festivo ya fueron bastantes los vecinos que aprovecharon el fin de semana o el lunes para desplazarse al camposanto a depositar sus flores y velas. Aún así, esta práctica cada vez tiene menos adeptos debido a la proliferación de robos que vienen detectándose en los últimos años. Algunos ladrones parecen no respetar la memoria de los difuntos y se han aficionado a hurtar centros y otros adornos en vísperas del día de Todos los Santos, ahí que cada vez sean más las familias que aguardan hasta el último momento para adornar sus panteones y nichos temiendo que puedan ser víctimas de estos delincuentes.

El Concello, por su parte, suele depositar cada 1 de noviembre una corona en los camposantos municipales, un modo también de recordar a los vecinos fallecidos. En esta ocasión el cementerio inglés de Rubiáns no tuvo adorno floral y, visto desde el exterior, con la verja cerrada, poco hacía indicar que se trataba del día de Todos los Santos. En esta misma parroquia de Rubiáns, la comunidad de montes promueve uno de los primeros cementerios civiles de Galicia, un proyecto que está tramitándose y a la espera de nuevos informes de organismos públicos como la Consellería de Sanidade y Augas de Galicia. De salir adelante la iniciativa, el nuevo camposanto se emplazaría en una parcela adyacente al religioso, en un terreno de 1.800 metros cuadrados y, en una primera fase, con medio centenar de nichos. Y es que el cementerio parroquial está completo, sin panteones a la venta, lo que obliga a que los vecinos que fallecen tengan que enterrarse en otros cercanos como el de Cea.

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