El erizo de mar -existen 95 especies diferentes-, puede medir entre 3 y 18 centímetros de diámetro y presenta colores vivos, que van desde el violeta y el azul hasta los rojos intensos. Puede vivir hasta los 2.500 metros de profundidad y de su caparazón o esqueleto calcáreo -con forma oval o redonda- nacen unos tubérculos desde los que parten las característica púas o espinas del animal. Son finas y largas y se mueven en distintas direcciones gracias a un músculo.