El otro debate de la sesión se originó a partir de la intervención de Pepe Varela (Meaño Independente) en el capítulo de ruegos y preguntas, debate que giró en torno a si las bajas de las empresas que concurrían a concursos para hacerse con obras públicas, y que en ocasiones rozaban lo temerario, iban en detrimento de la calidad y la seguridad de las obras. Por ello instó al concello a ejercer un control sobre la ejecución de las mismas a fin de evitar males futuros.
Pepe Varela puso el asunto sobre la mesa al dudar de la seguridad futura del puente de Axís con las obras que se están realizando en él para apuntalar una estructura que estaba en riesgo de derrumbe. "Dudo de que esos muros de cuatro o cinco metros de alto -precisó- tengan una estructura lo suficientemente sólida desde la base conforme se está tomando la piedra en una zona donde trabaja mucho el agua, por lo que creo que los técnicos municipales deben supervisar bien la obra para cerciorarse de la seguridad, no vaya a ser que en poco tiempo volvamos a tener un puente más inseguro del que teníamos". Varela Budelo volvió a insistir en la importancia de la presencia de un edil a pie de obra para controlar e inspeccionar la ejecución de las mismas.
El debate llevó al pabellón de deportes de Xil donde todas las empresas que se presentaron concurrieron con rebajas sustanciales sobre el presupuesto técnico de peritaje que era de 129.458 euros. La primera, Gecoga Construcciones y Proyectos, lo hizo con tan sólo 96.800 euros, pero al final, a instancias del concello, no pudo justificar tamaña rebaja para llevarse la obra. La segunda, Reforvigo -que pasaba a ser la mejor oferta- concurría con un presupuesto 107.458 euros, pero también renunció a última hora "porque pretextó haber presupuestado sin haber visto in situ la obra", según explicó la regidora. Es por ello que el proyecto fue a recalar en la tercera mejor oferta, la de Zona de Obra O Rosal SLU, por 108.753, también con una rebaja considerable sobre los 129.458 euros del peritaje. Aspérez Montes precisó que, empresarios que concursaban para hacerse con dicho proyecto, le aseguraron que "la obra era inasumible con los precios con los que concursaban varias empresas". La duda que emergió entonces es, si para hacerse con la adjudicación de obras públicas, los empresarios presupuestan a la baja en exceso y tratan compensarlo luego incorporando materiales de peor calidad o falta de seguridad en las infraestructuras o equipamientos que ejecutan, por lo que Aspérez Montes exigió rigor en el control de las obras municipales.
