La mayoría de los vilagarcianos pagarán en 2017 la misma cantidad por el Impuesto de Bienes Urbanos (IBI), la popularmente conocida como "contribución", pese a que se va a rebajar el tipo impositivo en al menos dos puntos. El alcalde, Alberto Varela, explicó ayer en conferencia de prensa que esto se debe a que los inmuebles se revalorizan ahora todos los años debido a la revisión catastral solicitada por el anterior gobierno.

El equipo de gobierno se reunió en la tarde de ayer con el resto de partidos de la corporación para exponerles sus propuestas para las ordenanzas fiscales en 2017. Y el punto principal fue la rebaja del IBI. El PSOE aboga por bajar el tipo impositivo del 0,58 al 0,56 -esta es la cuota que se utiliza para calcular el recibo que se paga por cada propiedad, tomando como referencia el valor catastral de cada inmueble-, y por crear una partida económica con ayudas directas para las familias en dificultades que no puedan pagar la "contribución", pues la ley no permite realizar exenciones. El tercer punto de la propuesta del gobierno de Vilagarcía consiste en congelar todas las demás tasas municipales e impuestos.

Pero la izquierda les pide ir más lejos y ser más ambiciosos. Jesús López, de Esquerda Unida, recordó que su formación presentó a principios de año una moción instando al gobierno municipal a rebajar el tipo impositivo del IBI al 0,52. Gaspar Somoza, de Somos Maioría, planteó a su vez que puede comprender que sea económicamente inviable bajar a 0,52, pero que en su opinión se podría conseguir un punto medio entre la propuesta de Esquerda Unida y la del gobierno. "A cambio, para mantener los servicios y el equilibrio financiero se podría subir el BICES, que es un impuesto que se le cobra a los "bienes inmuebles de características especiales", y que supondría recaudar más de empresas como la operadora del parque eólico del monte Xiabre o algunas que están instaladas en el Puerto.

El Partido Popular esperará a la próxima reunión a poner sobre la mesa su propuesta, mientras que el Bloque Nacionalista Galego no pudo acudir a la reunión.

El encuentro se cerró sin un acuerdo explícito, si bien se ha convocado una nueva reunión para este jueves por la mañana. En cualquier caso, parece que el gobierno de Vilagarcía pretende llevar la aprobación inicial de las ordenanzas fiscales para 2017 a pleno la próxima semana haya o no acuerdo con las demás fuerzas. De hecho, está previsto que hoy se convoquen las comisiones informativas y que la sesión plenaria se celebre con carácter extraordinario el martes próximo.

A este respecto, Alberto Varela argumentó que consideran que las ordenanzas fiscales son un asunto suficientemente importante como para debatirlo en exclusiva en una sesión, y que además quieren dejarlo zanjado cuanto antes puesto que hay que cumplir unos plazos administrativos determinados para que entren en vigor en enero de 2017, "y queremos disponer de algo de margen".

En la reunión de la tarde, sin embargo, no estuvo Varela ni tampoco el portavoz del principal partido de la oposición, Tomás Fole.

Segunda rebaja

El PSOE prometió en campaña que bajaría el IBI, aunque esto aún no se haya notado en los bolsillos de los vilagarcianos debido a que para el Catastro sus propiedades ahora valen más que hace un par de años. El gobierno local rebajó el pasado año la cuota impositiva del 0,60 al 0,58, y ahora pretende reducirla de nuevo en dos puntos.

Alberto Varela aduce que el Ayuntamiento necesita ingresos para prestar sus servicios y realizar obras, y que además el Plan de Ajuste en que está inmersa la administración no permite reducir los ingresos vía tasas e impuestos.

El recibo de la "contribución" sí podría bajar para algunas personas, pero serán las menos. Pero la mayoría de particulares y empresas "lo que lograremos al bajar el tipo impositivo es que no paguen más", aclara Varela. La única posibilidad de que la bajada se note sería que la cuota descienda notablemente del 0,58, pero parece difícil que el gobierno local lo acepte por temor a que descuadren las cuentas.