El balizado que durante los últimos días se instaló en los accesos del conocido como macronudo de Curro evidencia un nuevo retraso en la ejecución del tramo de siete kilómetros que la Xunta comprometió para enlazar Vilagarcía con Pontevedra por autovía.
El proyecto ha quedado parado hace cinco años y son varios kilómetros de enlaces los que quedan en desuso, una obra que supuso una inversión de cincuenta millones de euros y que solo se utiliza como una glorieta que distribuye el paso hacia la autovía de O Salnés, la Autopista del Atlántico y la PO-531, por lo que apenas ha resuelto los problemas del intenso tráfico que circula por este concurrido eje.
La sustitución de la mediana ejecutada en los últimos diez días pone de manifiesto que el proyecto de la nueva autovía se va a retrasar durante un largo período, pese a que la carretera a Pontevedra es una de las que generan un mayor tránsito de vehículos. Se estima que unos 20.000 coches y camiones circulan por este vial cada día, si bien en verano la intensidad es mayor por ser el principal acceso a las playas de la comarca.
Aunque la actuación preocupa a los conductores que usan de forma habitual esta carretera, también es de subrayar que la mediana de plástico provisional que existió durante los últimos años era bastante insegura y causaba muchos sobresaltos a los conductores.
La separación provisional que se prolongó durante años sufrió decenas de impactos desde que se abrió parcialmente el macronudo de Curro por lo que los servicios de mantenimiento acudían con gran frecuencia hasta el lugar para tratar de recomponerla.
Y además la imagen que se ofrecía en la entrada a la comarca más turística de Galicia era lamentable pues las piezas plásticas que conformaban la mediana sufrieron tal desgaste que hasta perdieron la pintura, por lo que la eficacia del sistema se había reducido.
Ahora se han instalado pivotes de color verde oliva con realce reflectante por lo que se distingue mucho mejor el carril que se trata de señalizar, especialmente durante la conducción nocturna.
Este sistema es por el que ha optado la administración autonómica en el último año para marcar los carriles en distintas vías de la comarca, sobre todo en la autovía de O Salnés, la vía rápida de Vilagarcía a Cambados y Ribadumia o el Acceso al Puerto de Vilagarcía, entre otros.
Esta señalización vertical y horizontal a la vez delimita con bastante claridad la zona de paso de vehículos pero paralelamente resultan bastante endebles al no resistir golpes que suelen recibir de muchos vehículos, tanto ligeros como, sobre todo, de camiones articulados.
De todos modos, según los expertos, también contribuye a que los conductores circulen con más moderación pues no solo animan a reducir la velocidad sino que impiden el uso del carril contrario, lo que rebaja el número de accidentes frontales, que tantas muertes han causado hace años.
Con todo, en la comarca de O Salnés se ambiciona la conexión directa con el resto de España por autovía gratuita. Para ello es necesario completar este enlace desde Curro hasta la glorieta de Godos, por parte de la Xunta.
A la vez se requiere que Fomento actúe en el proyecto de la A-57, es decir la llamada circunvalación de Pontevedra que se propone para unir la capital de provincia con el enlace de Curro.
Los dos son proyectos millonarios que han quedado aparcados por la crisis económica. De ahí que también se plantee a las administraciones otro tipo de soluciones como la gratuidad de la autopista en el tramo comprendido entre Caldas de Reis y Pontevedra o al menos que sea un tramo subvencionado como el que une la capital con Vigo.
