El intenso trabajo realizado por la veintena de voluntarios que integran el programa "Alien Invasion" ha comenzado a dar sus frutos.

Las salidas realizadas para localizar a las especies invasoras que pueblan el hábitat natural del municipio han localizado 35 plantas que nada tienen que ver con la flora endémica arousana. Todas ellas son de muy diversa procedencia y han ocupado el espacio de plantas similares que existían con anterioridad.

Entre las 35 especies localizadas existe una gran diversidad, desde las más conocidas y habituales en otros puntos de la geografía gallega, como el eucalipto, el plumacho argentino o la uña de gato, a otras prácticamente desconocidas para un ojo inexperto, como es el caso de la bacopa monnieri, la conyza, el aster squamatus y la tetragonia tetragonoides o espinaca de Nueva Zelanda entre otras.

Pendientes todavía de dos salidas y del control de un experto de la Sociedade Galega de Historia Natural para ver si los resultados son exactos, el siguiente paso será la elaboración de un mapa en el que se identifiquen las zonas en las que se ubica cada una de estas especies invasoras. Además, está previsto realizar un control exhaustivo en un territorio que lo permite, ya que con tan solo siete kilómetros cuadrados de superficie resulta mucho más sencilla la vigilancia de estas especies.

El programa ideado desde la Concejalía de Medio Ambiente, dirigida por Gabrielle von Hundelhausen, es a largo plazo y a través de él se va a realizar un estudio pormenorizado de cada situación para acometer posibles planes de erradicación de estas especies, planes que ya se han ejecutado en el parque de Carreirón, pero concentrados en especies como la acacia negra, la uña de gato o el plumacho argentino con bastante éxito.

La mayor parte de las plantas invasoras han llegado a Galicia, y por extensión, a A Illa, como plantas ornamentales, encontrando en la comunidad autónoma el hábitat adecuado en el que propagarse con rapidez, invadiendo espacios correspondientes a otras especies. Un ejemplo de ello es el plumacho argentino, que se introdujo en la mediana de las autopistas como planta ornamental y que se ha extendido por gran parte del territorio. Otras especies como el eucalipto llegaron a Galicia por su gran aprovechamiento comercial, poblando gran parte de los montes y provocando la desaparición de los bosques autóctonos.