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El fiscal pide cuatro años de prisión para dos vecinos de Meis por presunta estafa a ENCE

El ministerio público concluye que ambos acusados lograron engañar a la empresa para cobrar 152 camiones con madera que nunca llegaron a entrar en la fábrica de Lourizán

Toneladas de madera apiladas en la fábrica de Ence. // Rafa Vázquez

Ence destina al año unos 13 millones de euros a la compra de madera, una cantidad que supone que en torno a 280.000 toneladas de eucalipto entren en el recinto de la fábrica de Lourizán. En medio de estas enormes magnitudes, dos personas se concertaron para intentar sacar un importante beneficio a costa de la empresa pastera tratando de pasar desapercibidos. Pero los descubrieron.

O al menos esto es lo que concluye la Fiscalía de Pontevedra, que presenta acusación contra un transportista-maderero y un empleado que trabajaba como basculista para Ence por los presuntos delitos de falsedad en documento mercantil y estafa. Ambos son vecinos de Meis.

Según el escrito del Ministerio Público, ambos tramaron un plan para cobrar a la empresa descargas de camiones de madera que nunca llegaban a producirse y repartirse los beneficios a la mitad.

Los acusados son el transportista y socio de una empresa de maderas, M. S. O. ,y el entonces empleado de la fábrica de celulosas J. V. O. quien trabajaba como encargado de la medición mediante pesaje de los camiones con madera que llegaban a la fábrica de Lourizán. El transportista y maderero operaba para una de las empresas que trabaja como proveedora de madera para Ence.

Esta proveedora le compraba la madera a la empresa del acusado y después la pastera pagaba por estas compras de materia prima a dicha proveedora. A su vez, esta empresa proveedora es la que pagaba luego a la empresa maderera del acusado los servicios prestados en base a las liquidaciones efectuadas por Ence.

El truco supuestamente empleado era sencillo. Según la fiscal, ambos acusados acordaron realizar descargas ficticias para lo que modificaban o creaban los albaranes que el transportista entregaba al acusado en la zona de báscula. "De esta forma hicieron constar entregas de madera que no se habían producido", concluye la fiscal. Albaranes ficticios que Ence pagaba a su empresa proveedora y después ésta abonaba al transportista.

Para determinar el alcance de la estafa, el juzgado de instrucción número 2 de Pontevedra y la Fiscalía echaron mano del trabajo de un perito que determinó finalmente que los acusados hicieron constar que un camión de un transportista ajeno a estos hechos había entrado 74 veces en la fábrica llevando madera, cuando no lo hizo ni una sola vez. Además, señalan que otro camión de la empresa de uno de los acusados realizó otras 171 descargas en Ence, cuando al menos 78 no eran reales, lo que haría un total de 152 descargas de madera simuladas.

Lo que está todavía por determinar es el volumen de la cantidad estafada. La Fiscalía tiene claro que los dos acusados deberán devolver a Ence como mínimo 112.007 euros por las entregas inexistentes atribuidas al primero de los camiones, pero se deberá aclarar durante el juicio la cantidad a restituir por las descargas realizadas con el segundo camión. Y es que cuando en diciembre de 2014 Ence descubrió el presunto fraude, pudo retener 157.733 euros que le debía abonar a esta empresa por todas las descargas declaradas, tanto las existentes como las que supuestamente no existieron. Una cantidad a la que hay que sumar otros 88.053 euros en enero. No obstante, su proveedora sí pagó estos dos meses al transportista y maderero acusado.

Es por ello que pide, además de esa indemnización de cien mil euros, que también se compense tanto a Ence como a su proveedor por las descargas atribuidas a este segundo camión y cuyo perjuicio a ambos no pudo ser calculado. La Fiscalía pide para ambos acusados cuatro años de cárcel y una multa de diez meses a razón de una cuota diaria de seis euros.

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