Lo que el Plan Nacional sobre Drogas es incapaz de solucionar es la venta de la casona de Laureano Oubiña, que se le embargó en 2013 a consecuencia de una condena por blanqueo de dinero. En un primer momento, la entidad intentó subastar el chalé -con un precio de salida de 366.000 euros-, pero lo retiró antes de la puja debido a la reclamación económica del constructor del mismo, ya que Oubiña le había dejado sin pagar una parte de sus emolumentos, y la empresa consideraba que, en todo caso, tendría que ser el Plan sobre Drogas el que asumiese el pago de esa deuda.

Pero tres años después hay pocos visos de que el departamento dependiente del Ministerio de Sanidad encuentre una alternativa viable para la casona. El hecho de que se encuentre dentro de una finca cerrada en la que viven otros familiares directos o políticos del narco, y que el chalé incluso comparta servicios con estas parecen hacer poco apetecible la propiedad para personas ajenas a la familia. Además, hay que tener en cuenta que el chalé está sin terminar por dentro, lo que obligaría a un eventual comprador a realizar una inversión importante en la puesta a punto.

Hace un año, el Plan sobre Drogas también sacó a subasta dos chalés intervenidos a los vilanoveses Guillermo Abalo Maneiro y Mercedes Iglesias.