La aprobación de la ordenanza de terrazas elaborada por el gobierno encabezado por Alberto Varela ha suscitado un notable malestar entre el gremio de hosteleros de Vilagarcía. Más allá de los aspectos a cumplir que se recogen en la nueva regulación, la raíz de la decepción generalizada de los propietarios de bares y establecimientos está en lo que entienden como una falta de diálogo absoluta por parte del equipo de gobierno.

La moratoria a la aprobación solicitada por los hosteleros en la sesión plenaria de ayer no fue tenida en cuenta. Ricardo Santamaría, portavoz de Ahituvi, manifestó que "entendíamos que la ordenanza presentaba muchos aspectos que merecían un consenso y un intercambio de opiniones. Solicitamos la demora porque hasta el próximo verano hay tiempo por delante suficiente para matizar cosas, pero no atendieron a razones".

Los argumentos de Santamaría inciden en que "todo el sector está a favor de la regularización y de que se aplique la ley. Queremos que se haga efectiva y que se cumpla. Que no haya agravios comparativos con nadie. Es el gobierno el que tiene que hacer que se cumplan las normas para eso es un poder ejecutivo y de ahí parten todos los problemas". Del mismo modo deja claro que "lo que hay que hacer es una normativa bien definida y conciliarlo con el espíritu de ciudad y de humanización que quiere este gobierno. Sin embargo creo que ha habido muy poca predisposición por parte del gobierno a atender nuestras necesidades".

La postura de los hosteleros a la hora de presentar alegaciones a la ordenanza se basó, según Santamaría, "en unos mínimos. No eran alegaciones con intención de regatear. Somos hosteleros y no tenemos tiempo para discutir o aportar ideas, solo exponemos nuestras necesidades. Decíamos lo que nos parece justo y venían propuestas masticadas porque conocemos el sector". La incredulidad del portavoz de Ahituvi respecto a la desatención a las alegaciones a lo que era una propuesta también se basa en que "dicen que se echó todo atrás por un informe técnico, cuando los mejores técnicos en hostelería somos los hosteleros. Se debería haber hablado más con el sector".

Respecto a los conflictos surgidos incluso entre los propios hosteleros por la disposición de las terrazas también hay otras opiniones al respecto. Algunas de ellas insisten en la falta de autoridad del ayuntamiento a la hora de solicitar las licencias de las terrazas y que cada local cumpla con los espacios que le corresponden, cuestión que este verano levantó muchos recelos entre los propietarios de los establecimientos.

El aspecto que más ampollas está levantando dentro de la ordenanza es el relativo al horario de recogida de las terrazas.

El empresario David Jiménez argumentó respecto al desfase entre el cierre del local y de la terraza que "debería haber unos baremos más relacionados. No puede ser que mi local tenga licencia de cierre hasta las cuatro de la mañana y me obliguen a recoger la terraza muchas horas antes. Eso va en perjuicio de los locales y de los clientes, sobre todo en verano".

Respecto al apartado de no poder establecer anclajes fijos en el suelo para las mamparas de las terrazas, Jiménez deja claro que "se trata de un enganche mínimo. Un agujero que se puede tapar en el caso de retirar la terraza. Hay baches y baldosas en mucho peor estado en Vilagarcía mucho más anti-estéticos o peligrosos que un anclaje para una mampara".

En este sentido Santamaría invita al ayuntamiento a aportar una solución concreta y sin vaguedades.