Las reacciones al anuncio de la peatonalización total de la Plaza de Galicia y parcial de la Independencia en el año 2017 no se han hecho esperar y son de lo más diverso. Desde taxistas que auguran problemas para el sector al ser más difícil circular por la ciudad hasta comerciantes que aplauden e incluso apremian la puesta en marcha del plan de movilidad proyectado por el gobierno socialista.

Entre algunos autopatronos reina la inquietud ante la posibilidad de que se elimine la parada de la Plaza de la Independencia. "Todo lo que sea dificultar la movilidad es malo para nosotros. Lo que hay ya llega bastante, no veo que las calles peatonales estén llenas de gente", afirma Juan Manuel Jueguen ante su taxi. Cree que una vez se implante la peatonalización "tendremos que dar más vueltas para llegar a un sitio porque habrá más atasco y será malo para los clientes y malo para nosotros". Propone, como otros de sus compañeros, que se mantenga la parada incluso en la zona peatonal, "como en otras ciudades", dice. Coincide en estos malos augurios Adrián Pino, también autopatrono. "Al final tendremos que ponernos en Vilaxoán", dice con ironía refiriéndose a las futuras restricciones en las dos céntricas plazas. "No sé que va a ser de nosotros, ¿qué habrá que hacer para entrar en Vilagarcía?", se pregunta. Pero incluso dentro del sector hay discrepancias, ya que otros compañeros de profesión creen que las peatonalizaciones apenas supondrán problemas para ellos. Es el caso de José Manuel Pazos, que sostiene que "cuando hay trabajo, lo hay", con o sin plan de movilidad. José María Barcia añade, en este sentido, que "el cambio va a ser mínimo, incluso puede beneficiar al tráfico, ya que habrá menos coches circulando por el centro".

Ante la preocupación de algunos, el Concello hizo una llamada a la calma asegurando que "los taxistas no tienen por qué preocuparse" ya que "la reubicación podría ser en la misma plaza de la Independencia, en Edelmiro Trillo, o en cualquier otra que consensúen el gobierno local y los autopatronos. También "existen varias alternativas para los autobuses, pasando o sin pasar por la Plaza de Galicia, consensuándose la decisión final con al empresa Pereira y teniendo en cuenta las recomendaciones de los técnicos", inciden desde Ravella. Ayer mismo la Alcaldía se puso en contacto con representantes de los taxistas y Pereira para "fijar una futura reunión", si bien el gobierno subraya que "la propuesta de peatonalización aún está en un estado embrionario, queda elaborar el proyecto técnico, fijar la financiación y subastar las obras". Concluye que los objetivos tanto de los autopatronos, como de la empresa de transporte y del Concello "coinciden" y es "ofrecer el mejor servicio, incrementando con ello la calidad de vida de los vilagarcianos y quienes visitan la ciudad".

Sin embargo el PP reprocha al alcalde, Alberto Varela, que los sectores afectados por las peatonalizaciones se hayan enterado de los planes municipales "por la prensa" y que "no se haya dignado a levantar el teléfono" para "informar a los principales perjudicados por la iniciativa". A juicio de Tomás Fole el regidor socialista "tiene tirria a preguntar a los afectados, ya ocurrió con la ordenanza de terrazas o con la plataforma del centro comercial de Megasa" y le acusa de gastar dinero a espuertas en sus caprichos" en lugar de solucionar "problemas reales" de los vilagarcianos.

Por su parte, los comerciantes aplauden la política de peatonalizaciones del Concello. "Ahora la gente se queda en la Plaza de Galicia y esta zona está olvidada", dice María Porto, trabajadora de una perfumería en la Independencia. "Que lo hagan cuanto antes, pero los taxis que no los quiten", añade. María José Sobrino, que regenta una tienda de bolsos en la misma plaza, indica que "la gente que viene en coche, aparca y se va directamente, no compra. En cambio, los peatones miran los comercios". En la Plaza de Galicia, Berta Monteagudo, que atiende un comercio de ropa deportiva, cree que no se verán muy afectados porque "es muy poco tramo" el que se peatonalizará allí, el de Padre Feijóo desde la farmacia. Además, "el tráfico aquí no es un inconveniente para que la gente circule" y cruce.