María Dolores Fernández, gerente de Promotora Industrial Sadense (Proinsa), una empresa con un centenar de bateas en Ares-Betanzos, sostiene que en el sector "llevamos años pidiendo a la Xunta que consiga que las subvenciones se puedan aplicar a construir nuevas bateas de eucalipto". Esgrime que "podemos disponer de fondos europeos, mejorar los artefactos para aumentar la calidad y la cantidad, y consolidarnos como potencia mundial; ¿cómo puede haber alguien en nuestro sector que pueda estar en contra?".

Ella misma responde que "en Sada estamos totalmente a favor de la modernización que propone la conselleira, y podemos discutir si es posible o no renovar 2.000 bateas en cuatro años, o incluso si la subvención por batea es suficiente, pero desde luego nadie puede discutir la medida porque es altamente positiva para el sector mitilicultor".

Convencida de que de este modo "la calidad de nuestro mejillón puede aumentar, y mucho", Dolores Fernández explica que "cuanto más juntas están las cuerdas menos crece el mejillón, de ahí que ampliar las bateas para espaciar las cuerdas sea una enorme ayuda para los mejilloneros".

Termina diciendo que "no hay por qué rasgarse las vestiduras si ampliamos la superficie de las bateas, y si reclamamos a Europa que cambie las cosas nosotros tenemos que estar dispuestos a cambiarlas en nuestra propia casa".