Las altas temperaturas que se están registrando en este inicio del mes de septiembre no están siendo una buena noticia para los mariscadores. Varias cofradías de la ría de Arousa han comenzado a detectar una importante mortandad de una especie cuyo valor comercial es alto, a la vez que importante, en los ingresos de los mariscadores. Se trata de la almeja fina, especie poco resistente a los cambios que puede experimentar su hábitat y que no es capaz de soportar el calor de las aguas, especialmente cuando alcanza su talla comercial.

Una de las cofradías que más está sufriendo esta situación es la de A Illa de Arousa, donde se ha observado una importante mortandad en los bancos marisqueros situados entre la punta de O Campelo y la playa de As Aceñas. La presidenta de la Organización de Productores (OPP-20), Maricarmen Dios, reconoce que es un problema que "llevamos varios veranos localizando, pero que si la temperatura del agua se mantiene en el mes de septiembre a este nivel, puede acabar por provocar un importante quebranto económico para los mariscadores".

No en vano, Dios Castro recuerda que la almeja fina es "una especie que alcanza un importante valor en las subastas, por su calidad, pero a la que le cuesta resistir los cambios bruscos de temperatura". Desde la OPP-20 alertaron de la situación a la Xunta, que remitió a varios biólogos para analizar lo que estaba ocurriendo. La conclusión se centró en las altas temperaturas de las aguas del mar "que, al parecer, las hacen desovar, provocando que quede muy débil y sin fuerzas, lo que favorece que los parásitos acaben con ella, esa es la explicación que se nos ha dado".

En un mes de septiembre normal, la temperatura del agua del mar debería encontrarse a unos 17 o 18 grados, pero "está a 19 o 20, dos por encima de lo habitual, y este verano hemos alcanzado los 22, algo muy perjudicial para una especie como la fina, que a diferencia de la babosa, y sobre todo de la japónica, es muy perjudicial".

Otra cofradía que también ha notado la situación es la de Cambados, cuyo patrón mayor, Ruperto Costa que es "algo que llevamos tiempo detectando y que nos preocupa, porque la almeja fina es una especie muy delicada".

Costa apunta que el problema se registra en zonas situadas en ensenadas o abrigadas "y no tanto en las más abiertas, ya que es en esos puntos donde se calienta el agua y la almeja fina, una de las especies más importantes para nosotros, no es capaz de resistirlo".

Otro problema que se ha sufrido con gran virulencia este año es el del afloramiento de las algas, que han teñido de verde gran parte de los bancos marisqueros, algo que reseña Costa. "En Cambados es muy raro que las playas acaben viéndose afectadas por las algas, pero este año las mariscadoras han tenido que trabajar en diferentes puntos para evitar que pudiesen acabar con el marisco".

Ese problema ha sido todavía más visible en otros puntos de la ría de Arousa, como A Illa o Vilanova, donde las mariscadoras han trabajado, de forma intensa todo el año, tratando de eliminar los mantos verdes de las playas. Especialmente afectada se vio el primero de estos dos pósitos, que ya ha detectado mortandad de almeja en zonas como A Sapeira o Riasón.