Referirse a Anicet Lavodrama es hacerlo a una leyenda del baloncesto gallego y de la ACB. Retirado de las canchas hace dos décadas, dirigirá a partir del lunes en Vilagarcía un clínic de baloncesto basado en la mejora integral de jugadores y entrenadores.

-Fontecarmoa acoge desde mañana lunes un clínic técnico-cognitivo. ¿Cómo nos lo presenta?

-Es algo que ya se hace, pero nadie lo está haciendo de forma directa. También es verdad que cuando un entrenador prepara una serie de tareas pone distintos niveles de dificultad. Muchos entrenadores lo hacen sin darse cuenta que lo están haciendo. Nosotros ponemos un entrenamiento con diversos retos y con niveles de dificultad táctivos, técnicos y cognitivos. Trabajamos sobre supuestos de partidos con la intención de desarrollar respuestas. El entrenamiento cognitivo se hace para que se puedan encontrar las soluciones y dotar de recursos al entrenador y al jugador. Un entrenador debe pelear por lograr que el jugador sea su propio entrenador y tome sus propias decisiones en cancha con el mayor grado de conocimiento de situaciones que pueden ocurrirle.

-Se ha rodeado además de un buen equipo de trabajo.

-Va a empezar el baloncesto en las Olimpiadas. Mira la edad de los jugadores importantes de la selección española. Es que no hay sustitutos. No hay nadie que pueda sustituir a Pau Gasol o a Felipe Reyes. Para mí, y después de ver todos estos años a los jugadores jóvenes, tengo claro que hay una falta grande de seriedad a la hora de tomarse la formación en España. Son casi todos los clubes que cogen a un chico joven para entrenar y se le da esa responsabilidad. Tenemos muy buenos entrenadores que solo quieren un puesto de alto nivel, si no lo consiguen están en casa. Es admirable que Alfred Julbe haya vuelto a entrenar. Hay una falta enorme de ese trabajo de tecnificación y para eso es necesario que los mejores estén trabajando en la base. Conozco como trabajan José María Margall, Paco Alonso, Carlos Bernabé o Dejan Prokic. Eso es lo que yo necesito y lo que quiero dar a los chavales del clínic.

-¿Cómo será la dinámica de un día de entrenamiento?

-Todos los clinics son de una semana. Lo ideal serían 10 días pero puede ser difícil encontrar instalaciones. Empezamos el lunes y terminamos el sábado. No vamos a inventar nada, es tecnificación. Insistimos en detalles técnicos y de ejecución. Son repeticiones. Ejercicios técnicos, incidimos en el uso y la necesidad táctica y el desarrollo táctico del ejercicio. Son repeticiones y sucesión de forma progresiva. El método es clave. Todo es para elevar el nivel de concentración y de capacidad cognitiva para aumentar la eficacia del entrenador. Muchos entrenadores solo memorizan sistemas, y si tienes un jugador bien formado los sistemas siempre saldrán bien.

-Se entiende que buscan potenciar unos hábitos que refuercen la autoestima y la tolerancia al error del jugador para poder crecer.

-Ese es un trabajo vital. En Avilés esta semana hemos tenido un muy buen grupo de gente muy joven de 13 a 18 años. Algunos de ellos con una muy baja autoestima. Al segundo día los padres ya nos estaban dando las gracias. Eso no puede ser. Un padre no puede ver que su hijo pierde la autoestima al día siguiente de hacer baloncesto.Intentamos corregir eso para que se disfrute del baloncesto. Si vuelve es porque está a gusto. También está claro que a nuestro clínic tiene que venir con la mentalidad de sudar sangre. Sufren, pero luego no se quieren ir. Ese es el éxito del entrenador.