Acercarse al Monte do Castro (Leiro) también defrauda al visitante ante las expectativas que se habían creado durante los tres años de intervención arqueológica.

El yacimiento en el que se realizó una inversión superior a los 600.000 euros está sumido en un tremendo abandono y la maleza ya ha invadido desde los accesos a las propias estructuras castrexas que se sacaron a la luz.

En un estado similar se encuentra el de Igrexa Vella, lleno de maleza que impide ver las estructuras que se habían recuperado durante años y de las que han presumido los alcaldes.