El puerto deportivo de la isla grovense de A Toxa luce estos días en todo su esplendor, pues rebosa tranquilidad, como suele suceder en la ensenada en la que se asienta, y a diario muestra lujosas embarcaciones amarradas en sus ya deteriorados pantalanes. Nada se sabe de las obras de reconstrucción previstas, que iban a dar comienzo la pasada primavera y que llegado el momento acarrearán un plazo de ejecución de seis meses.

Plan de trabajo

Como avanzó FARO DE VIGO en febrero, la entidad promotora de estas obras, el Club Náutico Isla de La Toja (CNIT), explicó que "los trabajos marítimos de puesta en obra" podrían comenzar en primavera para prolongarse durante tres meses, aunque la duración total hasta ejecutar por completo el proyecto es de seis.

En el momento en que empiecen durante los dos primeros meses de actividad van a centrarse en los pantalanes de hormigón existentes, mientras que al tercer mes arrancarán los trabajos con los pilotes y en el cuarto se incorporarán las obras del atraque, para ocupar finalmente una superficie total de 11.401 metros cuadrados.

El proyecto "Instalaciones náuticorecreativas en A Toxa" se refiere a 54 plazas de amarre para embarcaciones deportivas de entre 10 y 18 metros de eslora.

Dispone de un informe de impacto ambiental en el que se explica, por ejemplo, que "los trabajos en tierra se centrarán en la explanada existente, evitando desplazamientos fuera del ámbito portuario y estableciendo un plan de gestión de los residuos generados".

Además es obligatorio evitar los derrames o vertidos de aceites o combustible en el medio acuático, para lo cual se ordena instalar una barrera anticontaminación, y durante la explotación del nuevo puerto, ante el previsible incremento del tráfico de embarcaciones y dada la presencia de aves catalogadas en peligro de extinción, "deberá establecerse un protocolo de buenas prácticas ambientales portuarias en el que se incluyan aspectos referidos a la contaminación acústica".

Entre las medidas preventivas previstas se contempla que durante la fase de construcción habrá que instalar una malla antiturbidez perimetral con la que proteger el medio marino durante la instalación de los pilotes, al igual que se exigirán barreras de control de hidrocarburos y de aceite.