La isla de Sálvora, situada en la boca de la ría y cuyo carácter privado hizo que durante décadas fuera una auténtica desconocida incluso para muchos arousanos, es ahora un destino abierto, cada vez más visitado por los vecinos de las comarcas de O Salnés y de Barbanza, como también por los turistas que acuden a cualquiera de los municipios que integran esos dos territorios, Arousa Sur y Arousa Norte.
De un tiempo a esta parte, y a medida que mejore el tiempo aumentará aún más el ritmo, se llevan a cabo visitas guiadas promovidas por centros de enseñanza, entidades ecologistas y administraciones públicas, al igual que se incrementan las excursiones organizadas por establecimientos hosteleros y empresas de barcos de pasaje.
Imagen de Sálvora // I.Abella
El interés paisajístico que despierta la isla es indudable, como también destaca su faceta cultural y patrimonial, así como el misterio que encierra -especialmente por la historia sobre naufragios que la rodea- y su alto valor como punto de observación para los ornitólogos. Lo cierto es que este pequeño paraíso natural se ha convertido en uno de los destinos preferentes y uno de los alicientes que ayudan a las empresas del sector a marcar la diferencia respecto a otros puntos de Galicia y de España.
A modo de ejemplo, decir que hay hoteles que incluyen la posibilidad de visitar Sálvora en sus paquetes promocionales o que aconsejan esta experiencia a los clientes alojados. Al igual que hay empresas de catamaranes que promueven frecuentes viajes a este territorio insular, como hizo recientemente Cruceros Rías Baixas y como hará este sábado Cruceros del Ulla, en ambos casos con salida desde el puerto de O Grove.
Una de las actividades desarrolladas últimamente en Sálvora // FdV
Definida por la Mancomunidade de Arousa Norte como "el diamante que la ría añade al Parque Nacional de las Islas Atlánticas", la isla de Sálvora sale de un largo letargo para convertirse en un importante destino ecológico y turístico situado prácticamente a medio camino entre O Grove y Ribeira. Con una superficie de 190 hectáreas y caracterizada por su suelo rocoso, esta isla dispone de un emblemático faro y tres playas de arena blanca y fina, además de rodearse de islotes también conocidos, como es el caso de Noro.
Está adscrita a la parroquia de Aguiño, en el Concello de Ribeira, separada de tierra firme unos 3 kilómetros. Fue adquirida en 2007 por Caixa Galicia y después por el Ministerio de Medio Ambiente, que la compró junto a Vionta y Noro,.
Muchos creen que una de las claves del éxito del Parque Nacional de las Islas Atlánticas radica en la importancia de la flora y fauna de cada uno de los espacios que integran este paraíso marítimo-terrestre, y Sálvora tiene mucho que decir en ello.
De ahí que en Parques Nacionales destaquen que la luz, las olas, la profundidad y las características del sustrato condicionan la distribución de la flora marina, mientras que la flora terrestre está claramente influenciada por la presencia de playas y dunas" que obligan a las plantas a presentar especiales adaptaciones, como colores claros que reflejen la luz, raíces muy profundas o bulbos de reserva de agua".
El barrón, la azucena de mar, el alhelí de mar, perejil de mar, manzanilla marina y la Angelica pachycarpa son algunas de las plantas características, mientras que de la fauna presente pueden destacarse la gaviota patiamarilla, cormorán moñudo, gaviota sombría, paíño europeo, cormorán grande, alcatraz, pardela balear, alca común y arao común, entre otras.
