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Limpieza a fondo de la iglesia conventual de Santa Rita

La avalancha de peregrinos y el uso continuo del templo recomendaban esta acción antes de la fiesta del Corpus

Trabajos de limpieza en el interior de la iglesia de Vista Alegre, del siglo XVI. // Iñaki Abella

Empleados de una empresa de limpieza y hermanas de la congregación de Agustinas de Vista Alegre se afanaron durante toda la mañana en la limpieza del interior de la conocida como iglesia de San Cristóbal, de estilo renacentista o clasicista pues ha sido construida a finales del siglo XVI o principios del XVII.

Se trata de una iglesia de planta rectangular con tres capillas adosadas y una cripta, en la que se custodia la imagen de Santa Rita, abogada de los imposibles y a quien se venera en Vilagarcía.

Precisamente hace diez días se conmemoró esta festividad que reunió a miles de devotos de toda la comarca, tanto el propio día como durante los ocho días anteriores en los que se completó la novena.

El enorme trasiego de fieles durante estas jornadas sumado a que hacía tiempo que no se realizaba una limpieza en profundidad del interior del templo obligó a esta actuación de adecentamiento del interior, no en vano este domingo celebran las festividad del Corpus Christi.

Cabe señalar que en Vilagarcía se mantiene el acuerdo entre las distintas parroquia para conmemorar la fiesta del Santísimo en fines de semanas alternos, con el propósito de que los fieles puedan participar en una o en ambas celebraciones.

Se espera, pues, que con la limpieza a fondo que se llevó a cabo en el templo, la fiesta tenga un mayor realce. "Por lo menos va a oler muy bien", reconocían algunos feligreses que coincidieron con los trabajos de higienización.

Las tareas se llevaron a cabo durante toda la jornada ya que fue necesario usar agua a presión sobre el enlosado para eliminar las manchas más resistentes. Y aún así varias monjas ayudaron en la tarea fregando con cepillos y escobas.

Asimismo se saneó la entrada al templo y las escaleras que también mostraban una suciedad demasiado incrustada por el tiempo.

Se echó algo de agua también en las paredes de la fachada pero de forma muy suave pues la edificación está catalogada como Monumento Histórico Nacional y ninguna actuación puede llevarse a cabo sin un permiso expreso de la Comisión de Patrimonio.

De todos modos, la congregación de Santa Rita está facultada para realizar labores de mantenimiento del edificio, siempre que no causen un deterioro del mismo.

El pasado año acometieron trabajos de limpieza de maleza acumulada en el tejado, una tarea imprescindible para que la techumbre no se venga abajo.

Y si las labores en el convento dan valor al edificio, por otra parte cabe cuestionar el estado en el que se encuentra el resto del conjunto arquitectónico en el que nació el obispo de Santiago, Fernando Andrade en el siglo XVI.

El pazo, que suele usarse solo como residencia de verano por sus propietarios, presenta un estado de abandono preocupante. Aunque no está en la ruina si es perceptible a simple vista el crecimiento de plantas silvestres en tejados y paredes.

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