Siete de las diez comunidades de montes de Vilagarcía participaron el jueves en una reunión promovida por el BNG para poner en común las problemáticas a las que tienen que hacer frente y la falta de ayudas para la puesta en valor de las superficies forestales que gestionan. Solo faltaron Bamio y Cornazo -que inicialmente sí habían confirmado su presencia- y Loenzo, a la que el BNG no pudo hacer llegar la invitación. Representantes de los comuneros de Cea, Trabanca Sardiñeira, Trabanca Badiña, Guillán, Rubiáns, Fontecarmoa y Sobrán se mostraron proclives a "agruparse" y constituir una coordinadora de cara a una mayor y mejor gestión de los montes en los que, alertaron, los vertederos incontrolados están generando un verdadero problema ambiental, explica el portavoz del Bloque en Vilagarcía, Xabier Ríos. "No hay vigilancia por parte de las administraciones, dejando la responsabilidad a las comunidades de montes, cuando en realidad son las víctimas", explica Ríos. "Los comuneros, cuando se encuentran con un basurero denuncian y obtienen la callada por respuesta, pero después las multas las reciben ellos. Es sangrante", sostiene. Son muchos los puntos en los que se han detectado vertidos ilegales e incontrolados, una problemática que, en mayor o menor medida, afecta a la práctica totalidad de las comunidades de montes de Vilagarcía. En próximas reuniones elaborarán un mapa "y lo presentaremos en el Concello" para advertirlo sobre estas prácticas contaminantes y solicitar su "implicación" para erradicarlas.
Ravella, asegura Xabier Ríos, no ofrece "ninguna ayuda" a las comunidades de montes, por eso "tomamos la decisión" de reunirlas a todas y trasladar después sus impresiones y necesidades a la administración municipal. "No es normal que el Concello no se involucre en su monte y, sobre todo, en el monte mancomunado, por el que se debería apostar como sector productivo y de creación de empleo", además de velar por su conservación ambiental, reflexiona el edil del BNG. Las de Vilagarcía, incide, son pequeñas y medianas comunidades cuyos recursos no alcanzan para "cumplir todas las exigencias" legales, por ejemplo, en cuanto a la limpieza. "Se resienten por la falta de ayudas de las administraciones. Acometer trabajos de limpieza requiere de una inversión que muchos colectivos no pueden asumir", al igual que la reforestación o la puesta en marcha de cualquier tipo de aprovechamiento ganadero, apícola o con cultivos. Las comunidades de montes "tienen problemas acuciantes. No tienen liquidez y tampoco ayudas. La nueva ley los está masacrando", asevera Ríos. De ahí que hayan optado por "hacer un frente común" para reclamar más atención y subvenciones de las administraciones. De la Xunta de Galicia dice el portavoz nacionalista que "está más por poner trabas que por facilitar el trabajo" de las directivas de los comuneros.
Un recurso a rentabilizar
Habrá más reuniones en las que se intentará que todas y cada una de las comunidades vilagarcianas estén presentes. "Para la próxima acordamos elaborar un orden del día encaminado a formar una coordinadora" y adoptar medidas para "ir solucionando los problemas más inmediatos, dando pasos de cara al objetivo final que, por parte del BNG, es poner en marcha proyectos que rentabilicen el monte y que lo pongan en valor", concluye Xabier Ríos.
