El casco urbano de Vilanova ha retrocedido varios siglos en el tiempo, con la celebración de la Feira Medieval de Vilanova de Arousa, un evento que pretende dinamizar el centro del municipio durante el primer fin de semana de mayo. Las puertas de la feria se abrieron ayer a las 19.30 horas, y permanecerán abiertas al público hasta la tarde de mañana, y los visitantes no solo podrán adquirir elementos de artesanía en los diferentes puestos, sino que también podrán disfrutar de la gastronomía, con la degustación, por ejemplo del "porquiño ao espeto". En el recinto amurallado situado en el Jardín Umbrío, hai unas 40 casetas dedicadas a todo tipo de actividades. Entre ellas también se encuentra la de cetrería, de la que está previsto que se realice algún tipo de exhibición.

Aunque la aparición de la lluvia en la jornada de ayer puede restar afluencia al evento, tal y como reconocía ayer el alcalde vilanovés, Gonzalo Durán, este no dudó en asegurar ayer que "nuestra intención es repetirla para el próximo año". No es la primera vez que Vilanova impulsa una feria medieval. La primera de ellas fue en Pontearnelas, pero tras cuatro ediciones, acabó diluyéndose antes de desaparecer.