Los trabajos de acondicionamiento de la capilla de San Antonio de Vilar, en Armenteira (Meis) están prácticamente concluidos, una vez se ha realizado el cambio completo de la cubierta de teja y se ha acondicionado el porche de la entrada, donde se ha colocado un material aislante por debajo de la teja, que antes no existía. En lo que respecta a las mejoras en el interior del templo, seriamente afectado por las humedades, tendrán que esperar a una próxima fase de obra, para la que todavía no existe plazo previsto.
El alcalde de Meis, José Luis Pérez, manifiesta que lo más urgente en el caso de esta capilla "era cambiar el tejado, para evitar que siguiese deteriorándose por culpa de la entrada de agua", y que esto ya se ha logrado. Asimismo, el importe del proyecto, de unos 30.000 euros, impedía una actuación más ambiciosa. El Ayuntamiento acometió el arreglo en la capilla gracias a una subvención de la Diputación de Pontevedra, y también ha supuesto una clara mejora desde el punto de vista estético, aunque solo por el exterior.
Se da la circunstancia de que la capilla de San Antonio de Vilar es el primer monumento que se encuentran los visitantes que llegan a Armenteira por la carretera de Cabeza de Boi, que es el acceso más utilizado para acceder a la aldea. Hasta hace apenas un mes, el pequeño templo estaba rodeado de hierba, que también crecía en el tejado, ofreciendo una acusada imagen de abandono.
La capilla lleva cerrada al culto varios años, y antes de quedar vacía los feligreses celebraban en ella solo la festividad de San Antonio, pues para el resto de oficios acuden a la iglesia del monasterio cisterciense.
En otro orden de cosas, José Luis Pérez explicó ayer que en la Dirección General de Patrimonio le han indicado que en su próxima comisión, que tendrá lugar este mes de mayo, se abordará la petición del Concello y de la parroquia de San Martiño de acometer una reparación de urgencia del campanario de la iglesia, dañado el mes pasado por la caída de un rayo.
En Meis también están pendientes del arreglo del cruceiros de As Quintáns, en San Martiño, y de la capilla de San Benito, en Mosteiro.
