Las grandes cifras económicas pregonan una lenta pero ya cierta mejoría económica en España. Pero las personas que trabajan en los servicios sociales todavía no perciben ese cambio de tendencia. Es más, consideran que en los últimos meses ha crecido el número de personas o familias que se ven económicamente ahogadas. Así de contundente se mostró ayer María Casal, que es la coordinadora de los servicios sociales del Ayuntamiento de Cambados, y que presentó la memoria de trabajo de 2015 de su departamento junto al edil del área, Constantino Cordal.

"En el ámbito de los servicios sociales no notamos mejora alguna. A la gente que es usuaria de los servicios sociales no le ha llegado la mejoría. El número de usuarios sigue aumentando", espetó. Una apreciación que llevó, según Constantino Cordal, al gobierno de Cambados a cambiar las bases reguladoras de las ayudas de Emergencia Social para evitar las situaciones de desamparo de aquellas personas o familias sin ningún ingreso.

Según las cifras aportadas por Cordal y Casal en la conferencia de prensa, celebrada en el salón de plenos, sí ha descendido el número de personas preceptoras de la Renta de Inserción Social Galega (Risga, que son 400 euros al mes), para situarse en 41 personas a finales del pasado ejercicio, pero el concejal avisa de que "es una mejora coyuntural. El número de demandantes se ha reducido gracias a los planes de empleo de la Diputación, pero cuando esos contratos terminen volverá a subir el número de solicitantes".

En lo que se refiere a tiempos de espera, estos se han reducido en 2015, de modo que la media ahora es de cuatro meses desde que sale aprobada la solicitud del Ayuntamiento, frente a los siete meses de espera media en 2014.

En la conferencia de prensa se hizo también un balance positivo del sistema de cita previa, que la Xunta de Galicia implantó en junio pasado en los servicios sociales gallegos. Desde entonces, y hasta finales de año se atendieron algo más de 1.100 consultas. Mientras, en los tres primeros meses del año actual ya se concedieron 547. "Los usuarios hacen una valoración positiva del nuevo sistema -plantea María Casal- porque el tiempo de espera en ser atendido ronda la semana o semana y media, salvo en casos de emergencia, como los de violencia de género, y con la cita los usuarios saben que serán atendidos el tiempo adecuado y que no tendrán que esperar hasta dos horas para hablar con un profesional".