En el Consello Regulador do Mexillón de Galicia explican el proceso de obtención de la semilla que se lleva a cabo desde diciembre hasta finales de abril diciendo que "en las bateas que pueblan las rías gallegas millones de machos y hembras de mejillón cultivado expulsan los gametos al mar, donde se produce la fecundación, dando origen a larvas que posteriormente se fijan a las rocas".

De este modo "se van repoblando abundantemente los bancos naturales, garantizando un muy alto nivel de biodiversidad genética de la población, con el reinicio del ciclo natural". Y es ahora cuando los bateeiros, "jugándose su integridad física, al igual que los percebeiros, saltan a las rocas más batidas del litoral para recoger la semilla utilizando rasquetas".

De este modo la cría de mejillón, "con un tamaño de entre 1 y 2 centímetros, se lleva a la batea o al barco y se procede a la confección de las cuerdas de mejilla, la cual se envuelve sobre la cuerda con la ayuda de una fina red biodegradable, dándole al mejillón el tiempo suficiente para que se embise sobre la cuerda".

Se trata, en consecuencia, de un proceso que se repite cada invierno y cada primavera. Del mayor o menor grado de éxito de esta operación va a depender la producción de mejillón gallego que se obtenga apenas un año después del encordado.