El arte novel de los alumnos del insituto de Carril entra en la sala Rivas Briones como un soplo de aire fresco. Este espacio cultural habituado a acoger obras de profesionales, presta desde ayer sus paredes y vitrinas a trece alumnos y doce exalumnos del IES Miguel Ángel González Estévez, dándoles así la oportunidad de llegar con sus incipientes creaciones y composiciones al gran público. La muestra colectiva, denominada MAGE16, permanecerá abierta hasta el próximo día 6 de mayo y en ella pueden verse diversas modalidades artísticas, desde la pintura o la escultura hasta la fotografía, el diseño, el audiovisual o instalaciones sonoras y multimedia.

Poder disponer de la sala Rivas Briones "es un lujo extraordinario", remarca Esther da Silva, vicedirectora del instituto, en el que se imparte Bachillerato Artístico. Recuerda que ya en 2012, cuando se cumplió el 25 aniversario del IES, las obras de sus estudiantes se expusieron también en estas instalaciones municipales. Para estos jóvenes artistas "es una gran oportunidad. Nos ayuda a abrirnos camino en el mundo del arte, que es lo que nos gusta y por eso estamos en el instituto de Carril". Porque "la pasión por el arte" está ligada al IES Miguel Ángel Gonázlez Estévez desde que abrió sus puertas en el año 1986. Rezuma arte por los cuatro costados y, de hecho, la inauguración del centro corrió a cargo del grupo "Milladoiro". "Participamos en muchos certámenes de música folk y siempre hubo en el IES una sala de exposiciones por la que pasaron los más destacados artistas de Galicia", comenta la vicedirectora.

La concejala de Cultura, Sonia Outón, presente en la inauguración de la muestra, se refirió al instituto carrilexo como "una pequeña mina de oro para mi departamento. De aquí saldrán los futuros pintores, escultores, fotógrafos o músicos". La edil animó a todos los vilagarcianos a acercarse a la sala Rivas Briones para empaparse del arte con esencia más arousana, estando convencida de que la iniciativa será un rotundo éxito de público.

Ya lo fue ayer, en su primer día. La sala de exposiciones fue un auténtico hervidero de gente durante el acto de inauguración y en los momentos posteriores. Nadie quería perderse ni un detalle de cada una de las obras.