Vecinos del barrio vilagarciano de A Torre, y más concretamente los que tiene sus propiedades, tanto fincas como viviendas, en la calle A Viña, denuncian las inundaciones que padecen cada vez que llueve, y no necesariamente cuando lo hace con intensidad. "¡Basta con cuatro gotas!", exclaman.

Explican que sus fincas, pero también algún que otro bajo de sus viviendas, quedan anegados tanto de pluviales como de fecales, ya que "las alcantarillas se levantan con facilidad" y tanto el agua de lluvia como la sucia "se extiende libremente por la calle".

Los vertidos proceden del alcantarillado que llega desde calles situadas en un cuota superior, como Progreso y Amizade e incluso desde la avenida de Berdón.

Responsabilidades

Lo peor, consideran los afectados, es que "fue el propio Ayuntamiento de Vilagarcía el causante de este problema, y lo que sucede es que ni el gobierno anterior ni el actual nos dan las soluciones que planteamos".

Lo que quieren decir es que "las alcantarillas están sin limpiar y el conjunto de las canalizaciones presentan un estado deficiente", de ahí que tachen la situación de "vergonzosa" y exijan "soluciones inmediatas".

Los damnificados insisten una y otra vez, y así se lo hicieron saber a diferentes responsables de la Administración local, en que "cada vez que llueve saltan las tapas de alcantarilla y las aguas fecales salen al exterior introduciéndose en garajes y cubriendo las fincas de labradío, por lo que además de las lógicas molestias causan importantes daños de los que nadie se hace cargo".

Emergencias

Cansados de denunciar esta situación e incluso de alertar de los peores episodios vividos a los servicios de emergencias, los vecinos esgrimen que "hay sobradas pruebas de lo que estamos padeciendo, y tanto Protección Civil como los bomberos han tenido que intervenir en diversas ocasiones, por lo que han podido certificar este despropósito".

Los vecinos de la calle A Viña concluyen que han decidido denunciar estos hechos públicamente "para ver si así nos hacen caso de una vez por todas", y sobre todo lo hacen porque tienen la sensación de ser tratados como "ciudadanos de segunda", a pesar de que, recuerdan, "pagamos nuestros impuestos como hacen el resto de los vilagarcianos y también tenemos derecho a un trato justo".