La corporación municipal de Vilagarcía celebró ayer una bronca sesión plenaria en la que hubo constantes reproches cruzados entre el gobierno municipal socialista y el principal grupo de la oposición, el PP. Una de las principales reclamaciones populares fue la reconversión de la propuesta de la plataforma por el empleo y el centro comercial en ruegos y preguntas. Miembros del colectivo, en señal de protesta,se taparon la boca con mordazas. Pero al final lograron protagonizar el espacio dedicado al público, reconvirtiéndolo en un debate con el alcalde, al que acusaron de defender los intereses de Zona Aberta. Insistieron en que el Concello convoque una consulta sobre el centro comercial y el regidor les replicó que requiere autorización del Estado.

Representantes de la asociación de comerciantes Zona Aberta y de los vendedores del mercado estuvieron presentes en la sesión, aunque la abandonaron al comprobar que la plataforma vecinal solo iba a tener voz en ruegos y preguntas.

Desde el primer momento, el edil del PP, Tomás Fole, en sus intervenciones intentó infructuosamente hacer que el alcalde, Alberto Varela, incluyese el escrito de la plataforma en el debate plenario. Pero estaba decidido que el asunto se tratara en ruegos y preguntas a pesar de los reproches populares.

No fue la única ocasión de enfrentamiento verbal entre el concejal del PP y los miembros del gobierno local. Fole también cuestionó la propuesta de los socialistas para aplicar un cambio en la parcela municipal situada junto al campo de fútbol de Vilaxoán para la creación de una guardería y añadió que en su etapa anterior de alcalde había estudiado la instalación de un centro de estas características en terrenos municipales de la calle Domingo Fontán, pero las dificultades económicas le impidieron realizarla. También reprochó a los socialistas la falta de informe económico sobre este centro.

La portavoz del gobierno, Tania García, replicó al popular que había tenido 4 años para construir la escuela infantil municipal de Vilaxoán, pero en su lugar prefirió acometer dos campos de fútbol. La concejala explicó que en Vilagarcía hay 932 niños de 0 a 3 años y solo se ofertan 270 plazas de guardería, que resultan insuficientes porque actualmente hay 40 niños en lista de espera. La modificación urbanística para el uso de guardería fue aprobada con los votos del PSOE, BNG y EU, frente a la abstención del PP y Somos Maioría.

Los concejales populares tampoco han querido apoyar la moción del BNG por la que se acordó prohibir el tráfico de más de 3,5 toneladas por la calle Praza da Estación como solicitaban los vecinos de la zona para evitar que los camiones que van a la estación del ferrocarril, y ahora pasan por la explanada de aparcamiento, sean desviados, por un vial que no reúne las condiciones para el tránsito de vehículos pesados. La iniciativa fue aprobada por el resto de los grupos políticos.

Ruegos y preguntas

Los miembros de la plataforma a favor del centro comercial de Megasa tuvieron que esperar casi tres horas de debate plenario para poder intervenir en ruegos y preguntas, pero lograron acaparar la mayor parte de este espacio destinado a las inquietudes vecinales. La portavoz del colectivo Lisset Reirís reprochó acusó al alcalde de querer imponer el estilo de ciudad que quiere su gobierno y Zona Aberta. Otra compañera acusó al gobierno local y a los grupos que aprobaron la suspensión de licencias para centros comerciales de defender los intereses de Zona Aberta y no los de los vecinos. En un sentido similar se expresó Manuel Bóveda quien insistió en la consulta a toda la ciudadanía sobre el centro comercial.

De nada han valido las explicaciones del alcalde, Alberto Varela y del concejal de Somos Maioría, Gaspar González, quienes expusieron que 14 de 21 concejales acordaron la suspensión de licencias, lo que supone una amplia representación de los ciudadanos de Vilagarcía. Varela repitió una y otra vez que no se trata de una cruzada contra Alcampo, que sí se puede instalar, pero no un centro comercial. Apuntó que la suspensión de licencias para este tipo específico de áreas comerciales no ha asustado a ninguna empresa porque en la alcaldía ya recibió a representantes de varias firmas que quieren ubicarse en Vilagarcía. Lo que sí dejó claro es que no habrá consulta entre los vecinos porque para ello habría que solicitar autorización al Estado.