La necesidad de sanear las rías, la lucha sanitaria contra las importaciones de productos de baja calidad, la pesca ilegal o el correcto etiquetado son algunas de las preocupaciones que la gente del mar de Galicia trasladan a Europa.

Lo hace a través de las diferentes reuniones mantenidas con el grupo de eurodiputados que estos días visitan Galicia para conocer de primera mano las inquietudes de productores y transformadores.

El francés Alain Cadec -presidente de la Comisión de Pesca europea-, el danés Werner Kuhn, el polaco Jaroslaw Walesa y el español Francisco José Millán Mon, todos del Partido Popular Europeo, junto al exministro socialista José Blanco (Alianza Progresista Social y Demócrata) y la también española Lidia Senra Rodríguez (Izquierda Unida Europea) son algunos de los participantes en esta misión que permitirá incorporar las demandas gallegas al trabajo legislativo presente y futuro del Parlamento Europeo.

Los europarlamentarios se reunieron ayer con representantes de cofradías de pescadores, de agrupaciones de mariscadoras y del sector del xeito, "a quienes confirmamos que la batalla en el Parlamento contra la propuesta de prohibir este arte la hemos ganado", explica Millán Mon.

También tuvieron oportunidad de conocer el Instituto Galego de Formación en Acuicultura (Igafa), "un centro ejemplar y muy útil para los jóvenes que contribuye a mostrar al mundo la importancia acuícola de Galicia".

Fue en los encuentros mantenidos en la sede del Intecmar con los bateeiros gallegos cuando estos incidieron en la necesaria protección de la calidad de las aguas, incluso reclamando al Parlamento Europeo una norma específica para la protección de las zonas de cría de moluscos bivalvos.

Del mismo modo se incidió en que "en Galicia se aplica la normativa europea de control sanitario de moluscos siguiendo criterios restrictivos para la actividad productiva", lo cual, aunque supone "un valor de excelencia para los moluscos producidos, transformados y elaborados en Galicia", también se convierte en un trato desigual frente a otros países que no tienen los mismos controles.

Los mejilloneros consideran que se dan "condiciones desiguales de concurrencia en el mercado", por lo que reivindican "que se garantice una igual aplicación de la normativa europea sobre control sanitario de moluscos, procedan estos de Estados miembros o de terceros países".