La iglesia de Caleiro se consagró a mediados del siglo XII. La comunidad la atendía un religioso del vecino monasterio de Cálago, hoy desaparecido, pero que fue en su día el origen del actual pueblo de Vilanova.

No obstante, aquella modesta población fue creciendo, de modo que primero se acometió una ampliación de la iglesia, hasta que en el siglo XVI se construyó la capilla del "Cristo de los Crespos", con estilo artístico es neoclásico. Casi dos siglos después, en 1.754, se estrenó del lado derecho del templo la capilla de la Sagrada Familia, o del Carmen, de estilo barroco.

Pero la iglesia aún conserva señas de identidad románica, como son el presbiterio y el ábside (con canecillos), así como la portada.