Parece que fue ayer, pero el verano que viene se cumplirán seis años desde que el tripartito de O Grove, por entonces liderado por el mismo alcalde que ahora, el socialista Antonio Cacabelos, consiguió zanjar un proceso histórico y puso sobre la mesa un reglamento de uso para las tradicionales "collareiras". Fue un proceso ciertamente traumático, pues incluso provocó alguna movilización social y se produjeron disputas importantes entre los miembros del gobierno que incluso estuvieron a punto de romper el pacto. Pero finalmente aquel reglamento fue aprobado por unanimidad en el pleno de la corporación, sobre todo gracias al trabajo realizado en aquel momento por la exconcejala Victoria Canoura (BNG). Tras la consolidación de dicho reglamento ahora toca renovar las licencias, y el destino ha querido que el gobierno meco vuelva a estar en manos de los socialistas, ahora en solitario. Tal había sido la crispación generada en 2010 con motivo de la elaboración de la ordenanza para las collareiras que algunas decidieron constituirse en asociación para frenar la aprobación del reglamento municipal, aunque no lo lograron. Rosa García Filgueira (presidenta), María Luisa Bravo Vidal (vicepresidenta), Manuela Caneda Meis (tesorera), Pilar Fernández Prieto (secretaria) y María del Carmen Caneda Caneda (vocal) integraban aquel colectivo.