El gobierno socialista del Concello de O Grove se reunió ayer con representantes del colectivo de "collareiras", es decir, las vendedoras ambulantes que se dedican a la comercialización de los tradicionales collares, pulseras y abalorios semejantes en A Toxa y la zona portuaria de O Corgo.

Son los característicos elementos artesanales que casi todo el mundo conoce y que los turistas quieren llevarse de recuerdo. Objetos elaborados con conchas que las propias artesanas recogen en las playas y que forman parte de la historia y la imagen turística de la localidad meca, de ahí la importancia de poner orden en este servicio para el que existen 57 licencias, 49 de ellas válidas para la isla estandarte del turismo en Galicia y las 8 restantes para el puerto.

Fue la concejala de Turismo y Cultura, Emma Torres, la que citó a las collareiras a una reunión que se celebraba anoche en la Sala das Cunchas de la casa consistorial. La finalidad no era otra que encauzar el proceso de renovación de los permisos, explicándose que, a priori, no se espera ninguna baja.

La propia edil confirmó que se trataba de despejar dudas sobre el procedimiento e informar a las collareiras sobre la documentación que necesitan para renovar las licencias -habrá que hacerlo entre el 4 y el 20 de mayo- de acuerdo con la ordenanza municipal correspondiente, a lo que añadió que las vendedoras que se jubilan o causan baja por otras circunstancias contempladas en el reglamento pueden solicitar el traspaso de los permisos a algún familiar.

"En los supuestos de enfermedad del titular u otra causa suficientemente acreditada que le impida ejercer la actividad, el Concello podrá autorizar el ejercicio de la venta al cónyuge, hermanos, ascendientes o descendientes directos, mientras prevalezcan tales circunstancias", dice el articulado.

Hay que destacar que "es la primera vez que se afronta esta renovación desde que existe la ordenanza", ya que los permisos "se otorgan con una carencia de cinco anos", resalta también Emma Torres.

Esto explica la repercusión del encuentro celebrado ayer en el consistorio para perfilar el proceso de renovación, el cual constituye un procedimiento administrativo "sencillo, que no debe suponer más que las incomodidades de preparar el papeleo habitual en estos casos", garantiza la propia concejala socialista.

En definitiva, que se pretende renovar las concesiones para que la profesión de collareira perdure en el tiempo y para que esta actividad siga estando ordenada y no cause los trastornos o perjuicios que suponía antes de la puesta en marcha de la ordenanza.