Una pareja de visitantes, vecinos de Soutomaior, que acudieron a conocer Vilagarcía de Arousa el pasado sábado, se llevaron una desagradable sorpresa al comprobar que unos cacos habían penetrado en su coche, aparcado en la céntrica Plaza de la Independencia, sustrayendo objetos por valor de más de mil euros.

El caso fue denunciado en la Comisaría de Policía, situación que también incrementó el malestar de las víctimas porque los efectivos policiales no acudieron al lugar del robo y tuvieron que llevar el coche a las dependencias policiales en las inmediaciones de la zona de O Cavadelo.

La pareja llegó a Vilagarcía el pasado sábado pasadas las dos y media de la tarde, procedente de un viaje de Semana Santa por Galicia que los llevó hasta Lugo.

Según explica el conductor, decidieron entrar en Vilagarcía para ir a comer a una conocida hamburguesería y dar un paseo por la ciudad antes de regresar a su lugar de residencia, la localidad de Soutomaior.

Aparcaron su turismo, un Seat León, en la Plaza de la Independencia, junto a una peluquería y se marcharon a comer. Dado que el maletero del turismo está adaptado para su perro, la pareja tenía en el asiento de atrás sus pertenencias en una maleta y un bolso de mano. Al regresar de comer y tomar un café por la zona, sobre las cinco de la tarde, cuando se disponían a recoger el vehículo, observaron que en su interior estaba todo revuelto y que faltaban muchas cosas. El turismo continuaba cerrado y ellos tenían la llave, pero alguien había entrado en él. Preguntaron por la zona, pero nadie había visto nada extraño, aunque la peluquera les comentó que ella ya había sufrido dos robos hace poco tiempo. Fue entonces cuando llamaron a la Comisaría de Policía.

Su sorpresa fue mayúscula, ya que la respuesta fue que la patrulla no podía desplazarse hasta la zona y que ellos tendrían que llevar el coche hasta la Comisaría para formalizar la denuncia.

Ya en el recinto policial los afectados por el robo relataron lo sucedido, que se plasmó en una denuncia, aunque se marcharon con la sensación de que no les habían creído, debido a que el coche no había sido forzado, ni tenía ninguna ventanilla rota.

Entre los objetos que les fueron sustraídos figuran ropa de marcha, alguna recién comprada porque llevaba incluso las etiquetas, zapatillas deportivas de marca, los cargadores de móviles Iphone, una máquina de afeitar nueva, una depiladora, maquillaje, ropa de trabajo que llevaba él en el coche, así como una cartera con su documentación y algo más de 500 euros en efectivo.