Amalia Rey Bragaña es una de las personas que más saben de peregrinos del Camiño Portugués pues regenta desde hace años uno de los autoservicios más concurridos del trayecto, situado en punto kilométrico 29.883, donde se erige un monolito dedicado al caminante y junto a una hermosa fuente de piedra de la que mana abundante agua fresca. Reconoce que la mayor parte de los peregrinos, independientemente del país del que procedan, "son gente estupenda" pero percibe que cada vez "gastan menos". El tópico motivo de la crisis puede estar detrás pero a la vez observa que cada vez los grupos acuden más organizados. "Vienen con todo pagado y aquí muchos ya solo paran para usar los aseos de forma gratuita, por lo que el gasto es mío", se queja.