El meañés que presuntamente abatió con disparos de escopeta a dos perros que entraron en su gallinero y que según él estaban matando a sus gallinas, asegura que "únicamente defendí a mi esposa y a las gallinas, porque si no acaban con todo. No hice otra cosa".

El hombre, de iniciales J.C.R. y 68 años, asegura que los canes eran muy violentos y que llegaron a revolverse contra su mujer cuando ésta los sorprendió en el interior del corral. La Guardia Civil ha abierto una investigación contra él por un presunto delito de maltrato animal, y que ha sido remitida al juzgado de Cambados en funciones de guardia.

El meañés es vecino de la parroquia de Padrenda y prefiere mantenerse en el anonimato. Sobre la escopeta de caza, reconoce que "la tenía desde hace años, pero nunca la utilicé, ni disparé en mi vida ni contra un conejo".

"No es un caso de maltrato animal ni mucho menos -continúa J.C.R.-. Lo único que hice fue defender a las gallinas del ataque de los perros, que ya habían matado a 13 del medio centenar que tenemos en el corral, y que en ese momento estaban revolviéndose contra mi mujer que gritaba al ver la actitud de los dos canes".

Según su relato, los hechos ocurrieron a mediodía del sábado, cuando su esposa se adentró en el gallinero para dar de comer a las aves y se encontró con el ataque de dos perros violentos, uno de ellos de gran tamaño, que estaban matando las gallinas.

Hubo otros ataques

Según apunta a FARO DE VIGO el investigado, su mujer quiso ahuyentar a los perros, pero estos reaccionaron revolviéndose contra ella. A sus gritos de socorro acudió el marido que, cuando vio los perros queriendo atacar a su esposa en el interior del gallinero, recurrió a la escopeta de caza que tenía en casa para abatirlos y acabar con el peligro que estaba presenciando.

Según afirmó, es la tercera vez que sufre el ataque de perros en su gallinero. La última antes del sábado fue hace cinco años, y en ese episodio perdió medio centenar de aves. En aquella ocasión puso la pertinente denuncia, pero no se pudo demostrar que perros fueron los responsables del voraz ataque, por lo que incluso terminó teniendo que pagar de su bolsillo los 300 euros que le cobró una empresa por incinerar las aves muertas.

El meañés se encuentra muy afectado por la repercusión social que ha alcanzado el caso, y que se ha etiquetado como de maltrato animal, pues él asegura que solo actuó en defensa de su mujer y de las aves atacadas por los perros. "En mi vida he maltratado a un animal. No soy un criminal, cualquier otra persona en mi situación hubiese hecho lo mismo", remacha.

Sin embargo, la denuncia por supuesto maltrato ya ha sido cursada por la Guardia Civil ante los juzgados de Cambados. Las penas por maltrato animal se endurecieron con la reforma del Código Penal que entraron en vigor el pasado año, y contemplan hasta año y medio de cárcel en algunos supuestos. Entre estos se encuentran que el agresor dé muerte a los animales mediante armas, y que aquellos sean habitualmente domésticos, como ocurre con los perros.

Las diligencias fueron instruidas por agentes del puesto de la Guardia Civil de Sanxenxo, que acudieron a Padrenda después de que un particular llamase a la Comandancia de Pontevedra avisando de que había escuchado disparos en dicho lugar de Meaño.

En el comunicado que posteriormente difundió la Guardia Civil se indica que el hombre admitió los hechos -el haber matado los perros para evitar que le siguiesen matando sus gallinas-, permitiendo en todo momento el acceso de los agentes a su finca y el corral.

Además de abrir la correspondiente investigación, la Guardia Civil le ha intervenido la escopeta, una Franchi del calibre 12.