Cambados y Rianxo son dos de las cofradías cuyo gobierno cambió en 2014. Y una de las primeras medidas que adoptaron sus nuevos rectores fue la de unir esfuerzos para mejorar la comercialización de la volandeira. Así, se estableció por ejemplo un precio mínimo de 1,50 euros el kilo, de modo que si un día determinado los compradores no se animan y la subasta baja de esa cantidad, se para, y el marisco se aparta. De ese modo, se evita "malvenderlo" y una eventual competencia desleal entre los dos puertos.
Otra de las decisiones que tomaron ambos pósitos es que si sobra volandeira en una de las lonjas, y en la otra no hay existencias suficientes para atender toda la demanda, se ceden el marisco.
También se había planteado vender toda la producción en una sola rula (la de Cambados), pero al final se pospuso la aplicación de esta medida para ahorrar los costes de transporte, y debido también en parte a la escasez de marisco que se ha producido en los dos últimos años. En Cambados, por su parte, se crearon también unas jornadas para exaltar este producto en restaurantes y bares del pueblo, pero dejó de hacerse por la carestía del recurso.
