El capital gallego destinado a la producción de mejillón en batea en el Estrecho de Gibraltar ha servido para desarrollar en la última década un proyecto acuícola que empieza a obtener resultados positivos, lo cual empieza a preocupar, y parece que cada vez más, entre los bateeiros que desarrollan su labor en Galicia.

Así se desprende de las campañas promocionales y los mensajes de optimismo que se lanzan desde Andalucía, donde ya se presume de la capacidad existente en aquella región para cultivar la misma especie que en Galicia, el Mytilus galloprovincialis, e incluso para hacerlo más rápido.

"Les enseñamos nosotros e incluso les enviamos las bateas y semilla de mejillón, y aunque por ahora no sean una amenaza realmente fuerte, van camino de convertirse en unos competidores que no podremos despreciar", reflexionan diversos productores asentados en las rías gallegas para referirse a las bateas andaluzas.

Cuando empezó a hablarse de esta posibilidad y de la creación de empresas con capital gallego y andaluz para hacer realidad lo que muchos creían una utopía, lo que se hizo fue exportar a Andalucía tanto las técnicas de cultivo gallegas como su producto, y aquello dio como resultado el progresivo incremento de cifras de negocio del que ahora tanto se habla.

Es evidente que el balance del que pueden presumir los bateeiros gallegos y andaluces con negocios en el "Campo de Gibraltar" dista mucho todavía del que ofrecen las bateas de la rías de Galicia. Aunque también es cierto que entre los productores gallegos empieza a existir cierta preocupación por el papel que pueden llegar a desempeñar sus competidores del sur.

Para que el lector se haga una idea de cuál es la situación puede decirse que en Mejillones de Andalucía S.L., una de las empresas con capital gallego y andaluz dedicadas al cultivo de este bivalvo en aguas del Estrecho, sostienen que "el nivel de producción en esta zona es superior a Galicia, donde el mejillón necesita unos doce meses para su crianza".

A esto añaden en su campaña promocional que "la excelente calidad de las aguas que hay en el Estrecho, gracias a su temperatura y renovación, así como la riqueza del plancton del que se alimentan los ejemplares, hace factible poder contar con una cosecha de calidad y de rápido crecimiento".

En la Junta de Andalucía, que lógicamente contribuyó a impulsar el cultivo del molusco en sus aguas, también resaltan los avances experimentados.

Hace un año el delegado de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente de la Junta en Cádiz, Federico Fernández, indicaba que el mejillón representaba ya "el 99 por ciento de la producción de moluscos en la provincia".

En una visita a la empresas Mejillones de Andalucía S. L. y Mejillones Mar del Sur S.L. dedicadas al cultivo de mejillón en treinta bateas fondeadas en la ensenada de Algeciras, incidía en que "cuentan con el apoyo firme de la Junta de Andalucía desde el inicio de su actividad", a lo que añadía que "han ido creciendo y consolidándose poco a poco" hasta producir 782 toneladas de mejillón en la provincia de Cádiz en el año 2014.

Quizás lo más llamativo es que el citado representante de la Junta de Andalucía señalaba en aquella visita que ante la "alta demanda", una parte del mejillón andaluz "está siendo depurada y comercializada a través de empresas gallegas durante los últimos años", aclarando que la comercialización del cien por ciento de los mejillones en la provincia se destina al mercado de fresco, es decir, que se suministra al consumidor tras pasar por depuradora.

Cabe apuntar, en relación con esto, que hace casi tres años el Grupo de Desarrollo Pesquero Cádiz-Estrecho concedía una subvención de 109.000 euros a Mejillones de Andalucía para la puesta en marcha de un centro de depuración de moluscos.

Desde la citada empresa explicaban entonces a los medios de comunicación andaluces que disponen de un producto "de categoría que llama la atención en los mercados por su tamaño y calidad, pero no hay depuradoras ni cocederos para procesarlo y venderlo fresco, enlatado o congelado".

En cualquier caso, son muchos los pasos que se han dado ya desde que en el año 2000 empezó a plantearse el proyecto de la colocación de bateas en el Estrecho de Gibraltar.

Y más se avanzó aún desde que en 2008 la empresa Mejillones de Andalucía S.L., por mediación del empresario andaluz Juan Gallardo y sus socios gallegos -entre ellos el arousano Manuel Janeiro- instalaba sus tres primeras bateas en la ensenada de Getares; unos parques de cultivo, cabe insistir, copiados de los gallegos y con el mismo método de funcionamiento.

Como ya explicó FARO en su momento, el Boletín Oficial de la Provincia de Cádiz de fecha 14 de enero de 2008 publicaba un anuncio de la Consejería de Agricultura y Pesca según el cual "Manuel Janeiro Leiro, en representación de Mejillones de Andalucía S.L.", presentó la solicitud de "autorización de cultivos marinos y concesión de ocupación de dominio público portuario para el desarrollo del proyecto de instalación de 15 bateas de mejillones en la ensenada de Getares, dentro del término municipal de Algeciras".