La actuación del servicio de Protección Civil de Vilagarcía en la falsa alarma por escape de gas en el colegio Sagrada Familia, regentado por la orden de las Filipenses, ha reactivado el conflicto con el cuerpo profesional de bomberos que no fue avisado de la incidencia.

"Si en vez de un conato se produce una deflagración estaríamos hablando ahora de una tragedia escolar", asegura uno de los portavoces de este cuerpo para subrayar que hay situaciones en las que es preciso contar con profesionales preparados y no con voluntarios.

El aviso del falso escape saltó a las diez de la mañana cuando la directora del colegio de las Filipenses llamó al Ayuntamiento que, a su vez, comunicó la emergencia a Protección Civil.

En ese momento comenzó a oirse en el centro de la ciudad el ruido de sirenas, al menos cuatro vehículos, incluida la ambulancia del servicio municipal de emergencias, en dirección al convento de Vista Alegre.

Según los bomberos se incumplió el protocolo suscrito en su día. Aseguran que éste establece que cualquiera de los servicios que recibe un aviso debe comunicarlo al 112 Galicia que es el que coordinará la actuación.

En el caso de ayer no hubo esta llamada inicial al 112 por lo que los bomberos se enteraron de la situación en el centro escolar de forma extraoficial.

"Es la gota que colma el vaso. No ha pasado nada pero podría ser una tragedia y no están preparados para actuar en este tipo de casos, ni siquiera para promover un desalojo", explican.

En fuentes del cuerpo subrayan que este tipo de situaciones son demasiado frecuentes y se han incrementado en los últimos meses. "Como ocurrió ayer nos enteramos por la prensa o por afectados que nos llaman al teléfono porque hay que evacuar a una persona que quedó encerrada en su casa o porque arde un contador de un edificio y desalojan por las escaleras a vecinos que necesitan un respirador o usan andador, y luego se los llevan a un bar", explican indignados.