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Ribadumia recupera sus sendas fluviales tras las riadas sufridas en invierno

Parte de la ruta de la Pedra e da Auga se encuentra dañada pero el Concello se ha marcado repararla antes de Semana Santa

Operarios del Concello de Ribadumia se afanaban en el día de ayer para reparar el estado de las sendas fluviales del Umia. // Noé Parga

El Concello de Ribadumia ha puesto en marcha un programa de adecuación y reparación de las sendas fluviales que bordean los ríos Umia y Armenteira, las cuales se encuentran seriamente dañadas después de las riadas que tuvieron que soportar durante el invierno. No en vano, durante el mes de febrero, las riadas cubrieron gran parte de las sendas fluviales que transcurren por Ribadumia, llevándose por delante mobiliario urbano y tierra de los paseos que, en estos momentos, el Concello trata de recuperar para que se encuentren en perfecto estado de uso en la próxima Semana Santa.

El propio teniente de alcalde de Ribadumia, Enrique Oubiña, supervisó ayer parte de las obras en una visita que realizó por la tarde a la senda que bordea el Umia entre Pontearnelas y Cabanelas, reconociendo que "la fuerza del río se ha llevado por delante una gran cantidad de mobiliario urbano, y en determinadas zonas, las sendas están bastante dañadas, una situación que queremos corregir lo antes posible". La decisión de acometer las obras en estos momentos se sustenta en que "es muy improbable que, en los próximos meses, próximos ya al verano, se vuelvan a registrar situaciones como las que se vivieron en febrero, por lo que la mejora en las sendas fluviales está garantizada, cuanto menos, hasta el próximo invierno".

Las obras se pusieron en marcha esta misma semana y el objetivo es que todas esas sendas, en especial, el tramo de la Ruta da Pedra e da Auga que transcurre por el municipio, se encuentren en perfecto estado de uso para la Semana Santa, jornadas en las que se prevé una importante afluencia de visitantes para practicar senderismo y running. En estos momentos, se está actuando en la senda que transcurre por la ribera del río Umia, en el tramo entre Os Castaños y el puente de Cabanelas. Durante esos trabajos se está procediendo a compactar el granito granulado en aquellas zonas donde ha sido arrastrado por el agua. La senda es utilizada no solo como reclamo turístico, sino también por muchos vecinos para practicar senderismo o bicicleta.

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