Alfredo Bea García, portavoz del Partido Galeguista Demócrata (PGD) en la Corporación de O Grove, es contundente: "Es triste, pero a las puertas de Semana Santa nuestras playas presentan el peor aspecto de su historia, y todo porque el gobierno de Antonio Cacabelos sigue pasando absolutamente de todo, por eso permite que los arenales parezcan una auténtica pocilga".
Lo cierto es que este miembro de la oposición no se esconde a la hora de atacar al gobierno socialista de la localidad en relación con algo que conoce bien, ya que en los ocho años anteriores fue el responsable de Limpieza y Medio Ambiente.
"Cuando yo tenía responsabilidades de gobierno me criticaron mucho e incluso me insultaron y menospreciaron -manifiesta el edil galeguista-, pero lo único cierto es que las playas estuvieron entonces más cuidadas que nunca, y desde luego las dejábamos en perfectas condiciones muchos días antes de que llegara la Semana Santa, para que pudieran disfrutarlas tanto nuestros vecinos como quienes nos visitan".
Lo que sucede es que "ahora los mismos que tanto nos criticaban antes no hacen absolutamente nada y permiten que las playas estén cubiertas de basura y padezcan vertidos de todo tipo".
Inspección sobre el terreno
El propio Bea se desplazó ayer, durante toda la mañana y buena parte de la tarde, por todo el perímetro litoral de la península meca. Lo hizo para revisar las diferentes zonas de baño, bajar a la arena y tomar fotografías para mostrar el "penoso estado" en el que se encuentran
A su juicio, "que las playas estén tan sucias, los paseos tan abandonados y los accesos tan descuidados es una verdadera lástima". Y "lo más preocupante" es que un municipio turístico como el meco "no esté convenientemente preparado para afrontar una temporada vacacional como la que se avecina".
Esgrime incluso que siente "vergüenza ajena" y plantea al gobierno "ya no tanto una exigencia o reivindicación política, sino más bien un ruego, y es que tome cartas en el asunto para tratar a O Grove como se merece, empezando por limpiar esas playas que constituyen una de nuestras principales tarjetas de presentación".
Entiende Alfredo Bea que "no puede consentirse que los turistas que acudan en Semana Santa a nuestro pueblo se lleven esta pésima imagen en la retina y la memoria, sobre todo porque si se van con una mala impresión seguro que no vuelven, y lo peor de todo es que lanzarán por ahí un mensaje totalmente equivocado sobre lo que en realidad es y puede ofrecer O Grove".
Lo que quiere decir es que "nuestro pueblo vive del mar y del turismo, por eso nuestros dirigentes políticos tienen que estar a al altura, lo cual, en este caso, requiere una actuación decidida para adecentar nuestras playas".
