Ante la presión ejercida por varios vecinos del lugar de Cardalda, en la vilanovesa parroquia de San Miguel de Deiro, el Concello ha movido ficha con la apertura de un expediente de paralización de las obras que se estaban realizando para construir un circuito de supercrós en Montecelo. La decisión se fundamenta en un informe elaborado por los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, en el que se asegura que el proyecto no cuenta con los permisos necesarios y carece de informe de impacto ambiental.

Así se lo comunicó el alcalde de Vilanova, Gonzalo Durán, a la quincena de vecinos que se presentaron ayer en el Concello para entregar las firmas que han recogido para paralizar la futura actividad en ese circuito. Además, el regidor les entregó a cada uno de ellos una copia de ese informe. Durán explicaba ayer que "la actividad de un circuito de supercrós es algo que nos puede atraer como Concello, pero en el lugar elegido para realizarla parece que molesta".

Los vecinos que se oponen al circuito presentaron ayer cerca de 200 firmas en contra de la instalación del mismo. Esteban Pérez, uno de los integrantes del grupo contrario al circuito apuntaba ayer que "no tenemos nada contra las personas del motoclub que han impulsado este circuito, pero no lo queremos tan cerca de nuestras viviendas, y menos, sin contar con las licencias preceptivas". El motivo no es otro que "la generación de ruidos, polvo y peligro para los viandantes de la zona, por eso creemos que es necesario que se instale en otro punto del municipio donde no resulte tan problemático". Los vecinos aseguran que el circuito se va a ubicar a menos de 100 metros de las viviendas más próximas, algo que descartaban, en su día, los impulsores del proyecto, asegurando que la casa más cercana se encuentra a más de 300 y con la variante de la vía rápida por el medio.

La parcela en la que se pretende ubicar el circuito de supercrós se encuentra en la zona conocida como Montecelo, una parcela perteneciente a la Comunidad de Montes de San Miguel de Deiro, cuya asamblea general dio autorización al desarrollo del proyecto. Desde la entidad manifestaban ayer que "no vamos a cambiar nada del acuerdo alcanzado en la asamblea general y no está previsto que demos marcha atrás; hemos cedido una parcela de 4.000 metros cuadrados para una actividad en una parcela que se encontraba degradada, siendo aprobado el proyecto por la Xunta".

Los propios impulsores del proyecto reconocían en su día que el uso del circuito iba a estar sometido a una serie de requisitos férreos. De hecho, solo se podría utilizar durante el fin de semana y en jornadas festivas, de 9 a 14 y de 16 a 20 horas. En caso de ser necesario un entrenamiento en una jornada laborable se solicitarían los permisos necesarios a las administraciones pertinentes.