El Centro de Interpretación de la Ría de Arousa, que es para lo que fue concebido el edificio que finalmente terminó etiquetado como el acuario de la playa A Compostela, inició a mediodía de ayer sus últimas horas con el arranque de la fase de demolición a cargo de la empresa Tragsa.

El edificio, diseñado por el arquitecto César Portela hace tres décadas, ha terminado cayendo en el desuso más absoluto. Las cifras de visitas mensuales no hacían más que acrecentar su sensación de espacio infrautilizado lejos de cualquier optimización tanto de uso como de adaptación al entorno natural que le rodea.

El gobierno liderado por Alberto Varela apostó desde un primer momento por poner fin a lo que comparan con una atrocidad paisajística acentuada por su escasa validez. El mismo alcalde, acompañado por miembros de su equipo de gobierno, acudió a la playa Compostela para observar los primeros minutos de la fase de derribo que será sufragada por Costas al compartir la postura de los socialistas vilagarcianos.

"Antes de ser gobierno municipal dejamos muy claro que esta estructura no tenía sentido. Estaba totalmente infrautilizada con una media de visitas de una o ninguna persona al mes. Realmente estaba provocando una acumulación de basura y una barrera arquitectónica que dijimos que íbamos a eliminar en cuanto fuese posible. Nos pusimos en contacto con Costas que lo entendieron igual que nosotros y ellos decidieron además sufragar el coste de estas obras de demolición", afirmó el alcalde.

La duración prevista de los trabajos es de quince días. Será a partir de entonces cuando se pueda disfrutar de una playa más diáfana y con una clara preponderancia de lo natural sobre lo artificial. "A partir de ahora se podrá ver Carril y la isla de Cortegada desde cualquier punto del paseo".

Sobre el traslado a otro lugar de un edificio que pueda contener aspectos relacionados con la interpretación de la ría, Varela considera que "lo primero que hay que aclarar es que se puede exponer y cual es la utilidad que podría tener un edificio así antes de pensar en donde se ubicaría".

Acerca de la posibilidad de llevarlos a unos terrenos en la zona de A Rosa en Carril, el alcalde se muestra escéptico, "habría que ver que posibilidades de inversión hay para esa alternativa".