Los miembros del parque comarcal contraincendios de O Salnés celebraron ayer en la sede principal de Ribadumia la festividad de San Juan de Dios, patrono de los bomberos. Y lo hicieron con un acto muy emotivo que hizo saltar las lágrimas de cuantas personas acudieron al evento. El bombero fallecido cuando realizaba unas prácticas en A Estrada, Jorge Fariña, fue homenajeado por sus compañeros, quienes entregaron a su hijo de 10 años todas las pertenencias que aún tenía en el parque comarcal.

En el recinto de Ribadumia todos los efectivos se reunieron vestidos con sus uniformes y celebraron un encuentro con la viuda y el hijo del bombero Jorge Fariña. Fue entonces cuando entregaron al niño las ropas que utilizaba el padre en el trabajo, así como el EPI (equipo de protección personal) y el casco de bombero, que fue firmado por todos los compañeros. El fallecido estaba representado en una amplia fotografía enmarcada que atesoran sus compañeros en las instalaciones de Ribadumia. Nadie pudo contener las lágrimas en el emotivo acto de recuerdo a este trabajador muy querido por sus compañeros.

La festividad del patrono de los bomberos continuó a primera hora de la tarde con una comida de confraternidad en familia de todos los miembros de la agrupación, a excepción de los que estaban de guardia.