Antonio Cacabelos, alcalde socialista de O Grove, ha movido ficha. De un plumazo se ha cargado a Víctor Otero Prol, máximo responsable de Protección Civil desde hace un par de décadas, y también al servicio de voluntariado que durante este tiempo tantas atenciones realizó en la localidad, tanto en caso de accidentes como en lo relativo a colaboración con las fiestas, pruebas deportivas, socorrismo en playas, colegios y demás.

Así se desprende al menos de un comunicado emitido por José Antonio Álvarez, conocido como "Patako", que se presenta como nuevo jefe coordinador del departamento.

En ese escrito deja claro que "los miembros del Servicio de Emergencias del Ayuntamiento habíamos denunciado nuestra situación laboral, la cual a estas fechas ha sido casi solucionada por completo, quedando solo por incorporarse tres miembros al servicio, los cuales esperamos que sean incluidos en los próximos días".

Se refiere así a las sentencias judiciales que obligaron al Concello a contratar como trabajadores a quienes fueron miembros del Grupo Municipal de Intervención Rápida (Grumir), que nada tienen que ver con los voluntarios de Protección Civil y denunciaron a la Administración local después de que se perdiera toda opción de renovar dicho Grumir.

Una vez aclarado esto, José Antonio Álvarez quiere dejar constancia ante la opinión pública de que "desde el 31 de diciembre quienes se encargan de cubrir las emergencias u operativos en O Grove somos los miembros del Servicio Municipal de Emergencias y Protección Civil, que nos ocupamos de atender las diferentes incidencias y eventos de nuestra localidad".

Incluso advierte de que no quieren que se les confunda con los voluntarios porque "esto crea malestar".

¿Y qué quiere decir todo esto? Pues por un lado significa que Víctor Otero Prol, jefe de Protección Civil desde los años noventa, queda relegado a un segundo plano. Él no quiere pronunciarse al respecto, pero dicho coloquialmente puede asegurarse que el alcalde Cacabelos "le ha hecho la cama".

Por otra parte, parece evidente que el papel de los voluntarios de Protección Civil también pasa a ser secundario. Tanto que puede decirse que la agrupación desaparece de escena, lo cual guarda estrecha relación con lo denunciado ayer en FARO por el galeguista Alfredo Bea, quien ya advirtió de que "Cacabelos quiere cargarse la agrupación, por eso no firmó todavía la renovación del convenio de colaboración con la entidad".

De este modo, leyendo entre líneas, puede interpretarse que como el gobierno socialista se ha visto obligado a contratar a una docena de profesionales de las emergencias, para conseguir el dinero y pagar sus salarios parece dispuesto a prescindir de los gastos que ocasionaban los voluntarios de Protección Civil.

La pregunta que pueden hacerse ahora los grovenses es cómo va a repercutirles todo esto. Según Alfredo Bea, que fue responsable de Seguridad Ciudadana durante los dos mandatos anteriores y se encargó de fortalecer tanto a la agrupación de voluntarios como al servicio profesional de Emergencias, "las consecuencias pueden ser terribles".

A su juicio, "cuando Cacabelos decide cargarse a los voluntarios deja claro que no le preocupa lo más mínimo la seguridad de los grovenses, pues es evidente que los profesionales de Emergencias van a ser claramente insuficientes para atender todos los operativos".

Recuerda así que "los voluntarios prestaron una labor fundamental en la Vuelta Ciclista a España, al igual que en los desfiles de carnaval, las cabalgatas de Reyes, las procesiones marítimas del Carmen, la regata de dornas, carreras populares y en infinidad de ocasiones y acontecimientos más".

Lo que quiere decir es que "a partir de ahora ya no podremos contar con esos voluntarios para colaborar en la regulación del tráfico, proteger a los alumnos ni para garantizar la integridad de los participantes en todo tipo de acontecimientos sociales, deportivos, culturales y festivos que entrañen una masificación de personas". Y todo, termina, "a causa de la ineptitud del alcalde Cacabelos, que sigue sin enterarse de nada".

Por cierto, que abundando en lo que se publicaba ayer, Bea advierte de que "si desaparece la agrupación de voluntarios el Concello tendrá que devolver todos los vehículos y embarcaciones que esta entidad ha recibido".