O Salnés debería ser una comarca clave para cualquier partido político. Con más de 100.000 habitantes, es la tercera en población, solo superada por las comarcas metropolitanas de Vigo y Pontevedra, e incluye localidades políticamente importantes, como Vilagarcía, Sanxenxo o Cambados.
O Salnés fue tradicionalmente un bastión popular casi inexpugnable para los demás partidos. Solo se mantenían al margen Vilagarcía y, sobre todo, el fortín socialista de A Illa.
El mapa en O Salnés llegó a teñirse prácticamente todo de azul en 2011, cuando ocho de los nueve municipios de la comarca pasaron a ser gobernados por el PP. Solo A Illa quedó en poder del PSOE, pero incluso en ese municipio el partido más votado había sido el conservador, y de hecho se había quedado a apenas 10 votos de la mayoría absoluta.
Pero dicho mapa saltó por los aires en mayo pasado. El descontento acumulado de los últimos años por muchos ciudadanos hacia el PP estatal y gallego, y los errores cometidos a nivel municipal por algunos de sus dirigentes llevaron a la formación a perder plazas tan importantes como Vilagarcía, O Grove, Cambados, Sanxenxo o Ribadumia, y se estrelló en A Illa.
De los nueve municipios de la comarca, el PP solo gobierna ahora en Vilanova, Meaño y Meis. Aún así, el partido no está muerto ni terminal. Tiene dos de los tres diputados provinciales y ha conservado la Mancomunidade por una mezcla entre la torpe negociación del PSOE y la habilidad de Durán para desbloquear el presunto empate.
