La alerta sanitaria emitida por Italia el 17 de febrero, que desde entonces, y debido a las sucesivas comprobaciones realizadas con el producto inmovilizado, estuvo presente a nivel internacional en al menos cuatro jornadas más, como si de las réplicas de un seísmo se tratara, afectaron a trece partidas que suman más de 26.000 kilos de mejillón de batea enviado al país transalpino desde polígonos de O Grove -la mayoría- y Cambados.

A esa cantidad de producto afectado hay que sumar la que protagoniza la segunda alerta sanitaria de los italianos en menos de un mes, ésta lanzada el lunes pasado, aunque trascendió el martes.

Y por si fueran pocos los perjuicios causados al mejillón gallego, el miércoles se sumó a esta campaña de información al consumidor dando cuenta el "alto riesgo" del molusco la República Checa, si bien es cierto que este país no activó una alerta sanitaria, sino un trámite de información al ciudadano para dar cuenta del peligro para la salud que puede entrañar el consumo del mejillón gallego en el que se encontraron niveles excesivos de coliformes.

Así pues, la bacteria E. coli sigue causando estragos a la imagen del molusco de Galicia remitido al extranjero, ya que cada vez parece cobrar más peso la teoría de que se trata de producto obtenido en una zona microbiológicamente clasificada como "B", lo que supone que antes de ser enviado al mercado debe pasar por depuradora.

Sin embargo se remitió a Italia como si en realidad fuera de zona "A", que es como se catalogan las zonas más limpias de las rías, donde los moluscos bivalvos sí pueden ir directamente al consumidor.

Todo esto sigue provocando desconcierto tanto entre los consumidores como entre los propios bateeiros, ya que muchos creen que las prácticas fraudulentas que puntualmente se ponen en marcha en algunos polígonos afectan al conjunto de la mitilicultura gallega.

"Cuando hay toxina algunos mueven cuerdas de zonas cerradas a otras abiertas para así tratar de vender ilegalmente el producto, y otras veces los hay que venden como mejillón de zona A un producto que no reúne las condiciones y que, por tanto, tiene que ser antes depurado", reflexionan diferentes productores consultados.

A lo que añaden que "los que actúan así no reparan en las consecuencias, pues además del daño que pueden causar a la salud pública también castigan seriamente la imagen y prestigio de nuestro mejillón".

Eso sí, no faltan los bateeiros que culpan a Italia y a Francia. Como en otras ocasiones aseguran que "se dedican a lanzar falsas acusaciones para desprestigiarnos, ya que saben que somos los principales productores". A esto añaden que la bacteria E. coli "también puede transmitirse por una deficiente manipulación durante el transporte o porque los camiones en los que viaja el producto están sucios.

Sea por el motivo que sea lo único cierto es que el molusco español, y en este caso concreto el gallego, está nuevamente en boca de todos, y no precisamente por tratarse del mejor del mundo, sino por otro oscuro episodio.

Prueba de ello es que el Sistema de Alertas Rápidas para Alimentos y Piensos (Rasff) sigue haciéndose eco a diario de las noticias sobre partidas de mejillón gallego con E.coli.