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Un triste episodio que ya se produjo en ocasiones anteriores

Lo sucedido con Italia, al emitir una alerta alimentaria tras detectar mejillón gallego con bacterias E. coli, no es nuevo. Tanto este país como Francia ya lanzaron alertas similares en anteriores ocasiones, y algunas de ellas nunca llegaron a probarse.

Entre los casos más recientes puede citarse lo sucedido en abril de 2013, cuando los ministerios de Agricultura y Sanidad franceses anunciaron la retirada del mercado de partidas de mejillones procedentes de Galicia tras haber detectado "varios" casos de intoxicación alimentaria de tipo gastroenterítico. Los citados departamentos recomendaron a los consumidores franceses que se abstuvieron de consumir el molusco y que lo devolviera al establecimiento que lo vendió. Juan Carlos Maneiro Cadillo, secretario xeral de Mar, salió entonces en defensa de los bateeiros diciendo: "Francia no puede acusar a Galicia de provocar intoxicaciones sin demostrarlo; es tirar la piedra y esconder la mano, lo cual puede causar daños irreparables a nuestra comunidad y al sector mejillonero desde el punto de vista económico y de la imagen exterior".

En octubre de aquel mismo año una depuradora italiana detectaba tres partidas de mejillón afectado por toxina diarreica (DSP) enviado desde Galicia justo antes de que se decretaran cierres masivos de polígonos a causa de los altos niveles de fitoplancton portador de biotoxinas.

Ya en agosto de 2014 Francia cursaba una alerta sanitaria después de que decenas de ciudadanos sufrieran diarreas, lo cual achacaron a una intoxicación por consumo mejillón español afectado por biotoxinas del género lipofílico.

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