"El sector estaba en lo cierto y no se puede legislar contra una mayoría que quiere seguir viviendo del mar; retirar el anteproyecto ahora, cuando está anunciada una multitudinaria manifestación en Santiago, muestra que el Gobierno reacciona solo a base de patadas. Es evidente que la conselleira y el director general de Pesca quedan deslegitimados y tienen que marcharse con esa ley para donde quieran, pero deben dejar la actividad pública".